Continuando con la magnífica labor de adaptar los textos originales de Frank L.Baum, Eric Shanower y Skottie Young llegan al tercero de los catorce libros que el escritor norteamericano dedicó a viajar al fantástico mundo de Oz, un mundo que estos días se puede visitar en la más que olvidable cinta que ha dirigido Sam Raimi y que en las páginas de este ‘Ozma de Oz‘ encuentra un reflejo mucho más adecuado a su imperecedera magia que en los efectos digitales creados para la cinta producida por Disney.
Y es precisamente de la compañía del ratón Mickey de quien tenemos que hablar primero a la hora de adentrarnos en ‘Ozma de Oz’, ya que es muy probable que el recuerdo que muchos tendrán de los sucesos que aquí acontecen no vengan de la novela pero sí de la adaptación que los estudios hicieron de la misma en los años 80 en ese bizarro filme que fue ‘Oz, un mundo fantástico‘.
Con el oscuro referente que supone la imaginería visual de la cinta dirigida por Walter Murch, sorprende, y mucho, encontrarse en las páginas creadas por Shanower y Young con un tono que guarda poco o ningún parecido con su contrapartida cinematográfica. De la misma manera que hemos podido ver en las dos entregas anteriores de los premiados trabajos de los autores (que, por si alguien no se acuerda, son ‘El mago de Oz‘ y ‘El maravilloso mundo de Oz‘) el acercamiento al texto de Baum se hace de forma precisa, preservando Shanower el casual devenir de los acontecimientos y ese espíritu tan peculiar que impregna el libro original.
Tras la decisión de no contar con Dorothy como protagonista de su segundo libro, Baum rescataba a su más famoso personaje en las páginas de ‘Ozma de Oz’ para enhebrar una historia directamente relacionada con aquella que habíamos leído en el volumen anterior, narrando aquí el escritor, y por ende Shanower, las aventuras de la niña de Kansas para rescatar a la familia real del país de Ev de las garras del infame rey Nomo.
Apoyando de forma sublime el talante colorista del relato, Skottie Young vuelve a demostrar en las páginas de este volumen no ya ser el artista más adecuado de cuántos se podían haber elegido para plasmar en viñetas el mundo de Oz, sino uno de los mejores dibujantes de cómic infantil con el que cuenta la industria norteamericana del cómic en la actualidad: con una facilidad pasmosa para el diseño de personajes y una narrativa que fluye sin entorpecimiento alguno, el trabajo de Young es la guinda de un pastel mágico que, al tiempo que nos sacia, deja a nuestro apetito con ganas de más viajes a la tierra de Oz.
- Autores: Eric Shanower y Skottie Young
- Editorial: Panini
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 208
- Precio: 15 euros
A mi hija de seis años y a mí nos gustó tanto el primer volumen de Oz de Shanower y Young que compré en Amazon los dos siguientes en inglés. Lo de mi hija lo digo totalmente a propósito, porque la historia es un cuento del que pueden disfrutar tanto niños como mayores, y el dibujo de Young es una auténtica gozada ante el que un aficionado al cómico no puede menos que quitarse el sombrero.
Fue una suerte comprar el 2º y 3º de una vez (por aquello de los gastos de envío), ya que si hubiera comprado sólo la segunda parte quizás no hubiera llegado nunca a «Ozma de Oz». No es que «El maravilloso mundo de Oz» esté mal, pero la diferencia con el primer volumen (tanto en la historia como en el dibujo, menos cuidad) es bastante grande. Afortunadamente no fue así, y en casa descubrimos con alegría que con Ozma el nivel en ambos aspectos se recupera. No llega al nivel del primer volumen, pero sigue siendo un gran trabajo que merece la pena.
Ayer lo terminé de leer y es una gran maravilla. Yo estoy de acuerdo con Malapata, el segundo no es tan bueno, pero aún así es bastante disfrutable. Pero nada comparado con Ozma de Oz, qué maravilla es…