‘Little Tulip’ es una narración espléndida cuyo final, que podría estar abierto a una continuación de así quererlo los autores, deja con ganas de que éstos vuelvan a acercarse a tan apasionante mundo y tan brillante creación.
‘Little Tulip’, pecados irredimibles
Me ha dado «miedito» ir a revisar las líneas que había escrito hace unos años acerca de ‘Little Tulip’ y encontrar que dicho texto se cerraba con el párrafo que os he dejado arriba. Uno que, a la vista de este ‘New York Cannibals‘ que hoy nos ocupa, parece más una profecía que un comentario hecho de casualidad…y nada más alejado de la realidad, claro.
Tonterías al margen, es evidente que Jerome Charyn y François Boucq tenían en mente una continuación de las aventuras de Tulip cuando cerraban su primera incursión en la vida del tatuador y lo cierto es que, en términos de secuela, lo que ‘New York Cannibals’ nos ofrece funciona perfectamente como continuación…y como lectura aislada: bien es cierto que haber leído a su predecesora hace que conozcas de antemano tanto a Tulip como a Azami, la chica que el ruso adoptaba y que, veinte años después, cuando tienen lugar los hechos que aquí se narran, se ha convertido en una policía de una envergadura física considerable; pero también que, sin haber disfrutado de aquellas maravillosas páginas, esta continuación se las apaña, y se las apaña a las mil maravillas, para establecerse como un animal completamente diferente, discurriendo por senderos no transitados por su predecesora y hablando al lector de asuntos que quizá no sean completamente ajenos a los tratados en ‘Little Tulip’, pero casi.
En ese sentido, y acotando a la perfección las referencias a la «primera parte» de la historia para que estas no sirvan como vía de salida a los potenciales nuevos lectores, ‘New York Cannibals’ funciona de manera tan contundente que no me extrañaría nada que hubiera muchos de los que piquen con este volumen que, tras su lectura, hagan lo propio con el publicado por Norma hace años. Y aquí cabría aducir tanto a descubrir los orígenes del legendario tatuador, como a continuar dejándose maravillar por el trabajo de un Boucq que sólo ha ganado en exquisitez y robustez narrativa con los años, depurando su estilo hasta tal punto que lo que destilan sus lápices es oro en viñetas. Es más, no voy a prodigarme más en lo que al artista se refiere y deposito en vosotros la responsabilidad de haceros, y haceros cuanto antes, con tamaño despliegue de talento.
Puede que haya alguien que interponga alguna pega contra la vertiente más «fantástica» de la narración, pero personalmente creo que entronca a la perfección con parte del halo que envuelve a los dos títulos y, por supuesto, que si llega a suponer una molestia termina completamente obliterada por la magnificencia de unas planchas que nunca dejan de asombrar.
New York Cannibals
- Autores: Jerome Charyn y François Boucq
- Editorial: Nuevo Nueve
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 160 páginas
- Precio: 25 euros