Lector ávido desde que tengo uso de razón, si bien los cómics llenan hoy por hoy la totalidad del tiempo que puedo dedicar a tan fundamental afición —la de leer, claro está— no fue así durante los años que transcurrieron entre el temprano aprendizaje de la lectura y aquél momento en el que las viñetas desembarcaron de forma definitiva en mi día a día. Algo más de una década en la que consumí ávido toda la literatura que cayó en mis manos, desde ‘El señor de los anillos’ y las ‘Crónicas de la Dragonlance’ a los ‘Elige tu propia aventura’ o el ciclo completo de ‘Los cinco’ pasando por clásicos de la literatura española, las obras completas de Stephen King —al menos las que había entre dos y tres décadas atrás en el tiempo— o, por supuesto, el incalculable estímulo de la imaginación que fue la biblioteca de Julio Verne al completo que un familiar tuvo a bien regalarme por mi primera comunión: devoradas, si no me falla la memoria, en menos de un año, los fantásticos relatos del escritor francés siguen estando ahí como una de las cimas inamovibles de aquello que ha pasado por mis manos a lo largo de mis cuarenta años de vida, amén de ser directos responsables de mi desaforada filia por la ciencia-ficción.
Qué duda cabe pues, que al acercarme a éste ‘Neptuno’ de Jean-Yves Delitte lo hacía excitado ante la idea de poder asomarme a unas aventuras sobre las que, por lo que sabía de antemano, abundante era la influencia de Verne. Confirmando dichas impresiones previas, las primeras páginas del volumen publicado por Yermo no hacen sino anunciar sin equívocos lo muy disfrutable que ya se antojaba el relato que sigue a William Lake, diseñador naval y al grupo que embarca con él a bordo del revolucionario sumergible que da nombre al cómic. Un submarino que permitirá a su variopinta tripulación recorrer los mares de ambos lados del continente americano y que, como solía pasar en los textos del escritor de Nantes, será el vehículo bajo el que vendrán amparadas aventuras en latitudes misteriosas que se tratan siempre desde una óptica muy cercana, ofreciendo al lector las mismas respuestas que recaban los protagonistas, sean éstas abundantes o de una escueta parquedad.
Parcas no son, y aquí si que no hay sorpresas, las asombrosas planchas que Jean-Yves Delitte nos ofrece en ‘Neptuno’: tercer título que se edita en nuestro país del «pintor oficial de la marina francesa» —los otros dos fueron la fantástica ‘Belem’ y el ‘U-Boot’ publicado por 001 ediciones—, el trabajo de Delitte no se ciñe aquí a lo que ya habíamos visto allá por abril con la citada ‘Belem’, y al margen de seguir ofreciéndonos las mejores viñetas de embarcaciones que hayamos podido ver nunca, los espectaculares diseños de corte steampunk que aquí se aprecian —atención al cuarto volumen incluído en el integral, espléndido hasta decir basta— unidos a la forma en la que se plasman los dos entornos en el que se desarrollan los tramos más prolongados de las peripecias de los protagonistas, dan como resultado una lectura estimulante en extremo sobre la que quizás objetaría algo acerca de ese final tan socorrido como olvidable. Un final que, no obstante, no es capaz de arruinar el amplio alcance del resto de una lectura que, sin duda, traslada de forma inequívoca a un momento histórico en el que la tecnología todavía era ese misterio por descubrir.
Neptuno
- Autores: Jean-YVes Delitte
- Editorial: Yermo
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 216 páginas
- Precio: 42 euros