Cada determinado tiempo, Marvel (o DC, que para el caso es lo mismo) necesita reinventarse apra atajar en cierta forma la sangría de lectores que los otros medios, más atractivos para los lectores más jóvenes, le hacen al cómic (televisión, videojuegos, internet…). Esa permanente revisión de su imaginario ha provocado decenas de “reinicios” de su universo y de versiones alternativas de sus personajes, en la frenética lucha por adaptarse a los tiempos que corren y no quedarse atrás. Si hace un tiempo leíamos ese nuevo enfoque de ‘El piloto fantasma’, hoy nos ocupa el caso de la clásica Ms. Marvel.
Si el nuevo Motorista Fantasma era un chico latino de un barrio marginal, este cómic nos presenta a Kamala Khan, una adolescente musulmana de origen paquistaní y afincada en Nueva Jersey. Tiene unos padres bastante conservadores (aunque no le hacen llevar el tradicional hiyab) y le ocurre lo que a cualquier adolescente. En uno de los enfrentamientos con sus padres para asistir a una fiesta, Kamala se escapa de casa y, a la vuelta, es sorprendida por una extraña niebla que le concede un deseo: ser Ms. Marvel, la superheroína (todo ello conectado con hechos anteriores de la continuidad del universo Marvel que no nos interesan). A partir de entonces, Kamala descubre que su cuerpo tiene poderes metamórficos y tendrá que empezar a controlarlos, así como aprender a convivir con ellos como adolescente.
Más interesante que el hecho de tener que enfrentarse a los malos de turno, lo interesante del cómic es que Kamala es una adolescente post-11S que domina internet, que escribe fanfics, que debe soportar a su familia, pero que, como todos los adolescentes, debe encontrar su identidad: empieza imitando a su ídolo Carol Danvers para terminar con su propio uniforme y codeándose con veteranos como Lobezno.
La nueva andadura de Ms. Marvel resulta fresca y original. Es el cómic de superhéroes de siempre, pero con agradable toque moderno y feminista. Marvel continúa en su línea de incluir minorías étnicas en sus cómics, y la jugada de Ms. Marvel fue discutida por los sectores más conservadores, pero se ha revelado como todo un éxito. Además de las buenas ventas que han acompañado la obra, es candidata a varios Eisner, Hugo y Harvey. ¿El secreto? El buen hacer de sus autores.
En primer lugar, de la guionista G(wendolyn) Willow Wilson, joven escritora que, además de ejercer de periodista en sus veintitantos desde Egipto, ha escrito ya una novela de éxito (‘Alif el invisible’) y tiene en su haber varias series, como las que se publicaron en Vertigo ‘Air’ y ‘Cairo’. Personalmente había leído el primer arco de ‘Air’ y la verdad es que no me llamó la atención en absoluto, pero lo de ‘Ms. Marvel’ está a otro nivel. Esta Ms. Marvel es una relectura contemporánea de la esencia de Spiderman: un adolescente que se está abriendo paso al mundo adulto, buscando quién es realmente. Kamala se nos antoja muy cercana: no consigue dominar del todo sus poderes metamórficos y los resultados son manos o pies enormes, que simbolizan su crecimiento (¿os acordáis cuando Marjane Satrapi recordaba en ‘Persépolis’ cómo había ido creciendo?); sus planes salen mal, llega tarde a sus citas, tiene que escuchar los sermones (literales) del imam de la mezquita… Y todo ello, combinando el origen musulman de la protagonista, que se ve de esta forma normalizado y, a pesar de ser un hecho definitorio, no va más allá. Sería muy destacable, en este sentido, dar un paso más y provocar algunas reflexiones interesantes. Por ejemplo, ¿y si el hermano de Kamala, Aamir, que resulta ser un musulmán fervoroso, se alistara en ISIS o Al Qaeda? Ahí encontraríamos un tema del que sacar mucha punta.
En segundo lugar, cabe destacar el trabajo visual de los dos dibujantes que realizan este tomo. Por una parte, Adrian Alphona (‘Runaways’), que, con un estilo con dejes manga, le da un aire fresco y excitante. Más adelante, Jacob Wyatt, totalmente diferente, con un lápiz más suelto pero que en algunas ocasiones me recuerda a Jaime Hernández (‘Locas’), cumple también con su propósito de aunar acción y tono humorístico. A los dos los secunda el más que prodigioso color de Ian Herring, que busca siempre una paleta de colores vivos, que no estridentes: simplemente buscando la luz para un tebeo que, sobre todo, es diversión y optimismo.
‘Ms. Marvel’ consigue lo que quería (es decir, enganchar a nuevos lectores, ¡y lectoras!) y mucho más, con una propuesta divertida, fresca y con mucho potencial.
Ms. Marvel 1: Fuera de lo normal
- Autores: Wilson, Alphona y Wyatt
- Editorial: Panini
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 168
- Precio: 15,00 euros