'Ms. Marvel 4: Daño por segundo', encontrando el camino

El movimiento editorial surgido a mediados de la década pasada en el seno de La Casa de las Ideas bautizado como All-New, All-Different Marvel nos dejaba un puñado de series y personajes de los de siempre que sufrían un tratamiento rejuvenecedor para dar como resultado versiones ligeramente distintas. Una estrategia que funcionaba bastante bien y nos dejaba títulos de lo más interesantes y originales. Uno de los nombres que mejor parados salió de aquello fue la joven Kamala Khan, una Ms Marvel que cambiaba de nacionalidad y raza para adentrarnos en un mundo cuyas preocupaciones (sociales, religiosas y de popularidad) se alejaban de las convenciones del género y nos ofrecía una visión fresca y renovada de un personaje que pedía a gritos una actualización como la que sufrió. Panini ha ido recuperando muchas de esas cabeceras dándole un tratamiento de auténtico lujo, a la altura del material que contiene tomos como este ‘Marvel Omnibus Ms Marvel Volumen 4: Daños por Segundo‘, cuarta entrega dedicada a las aventuras de la joven Kamala y en la que la acción se va a desarrollar en un paisaje que deja atrás Civil War II donde la heroína, más sola que nunca, iniciará un viaje para conocerse a sí misma al mismo tiempo que se enfrenta a fantasmas del pasado y amenazas del presente.

Se nota bastante toda esa “puesta al día” en las tramas que se van a suceder a lo largo del presente volumen. Relatos en los que, por ejemplo, todo el maltrato y acoso que se puede sufrir por medio de las redes sociales o por el mal uso de las nuevas tecnologías van a ser determinantes. No es algo que se deba tomar a la ligera, es una situación en la que la víctima puede vivir un infierno en el que su autoestima y seguridad personal se pueden ver seriamente perjudicadas. Todo ello se va a ver representado aquí, un misterioso ciberacosador va a ser el villano a derrotar, una amenaza que usará un avatar de un troll azul sacado de un juego online. En otro orden de cosas y, tal y como se ha mencionado un poco más arriba, todo se va a desarrollar en terreno post Civil War II, aquel evento en el que la Capitana Marvel y Iron Man tuvieron algo más que palabras cuando apareció un inhumano capaz de predecir el futuro. Cada uno tenía sus propios intereses con respecto a Ulysses, aprovechando de esta manera sus poderes premonitorios para anticiparse a cualquier acontecimiento negativo. Nuestra Ms Marvel se vería envuelta en “el cambio de argumentos” puesto que una de las profecías colocaba a uno de los amigos de Kamala como autor de un crimen que aún no se había cometido.

Una serie que se convirtió en su momento en el ejemplo perfecto de integración, inclusión y diversificación que se promovió desde Marvel para que una nueva oleada de jóvenes personajes fueran cogiendo el relevo de los pesos pesados de la editorial. La editora de origen paquistaní Sana Amanat, la guionista musulmana G. Willow Wilson y el ilustrador Adrian Alphona, que ya se había encargado de algún que otro título protagonizados por jóvenes personajes como ‘The Runaways‘, se sacaban de la chistera a Kamala que tan pronto hiciera su debut se convertiría en la abanderada de la generación que acaba de surgir. Al igual que en las anteriores entregas, las aventuras van a estar marcadas por la cotidianidad de una vida en las que cuestiones de sexo, religión o raza van a jugar un papel determinante. En estos puntos cobra especial relevancia la figura del acosador que intentará destapar secretos de nuestra heroína y de su círculo más cercano, siendo mucho más preocupante la situación que se puede originar (recurre al chantaje) de todo ello que la típica pelea entre personajes con poderes. El acierto de Wilson en el enfoque que da a la serie es pleno, tanto como el trazo utilizado por Francesco Gastón, Mirka Andolfo, Marco Failla, Diego Olórtegui o Takeshi Miyazawa para ilustrar las aventuras de la Ms Marvel del siglo XXI