Muchas, muchísimas, son las ocasiones en las que habréis leído u oído hablar al cómic como el hijo o el hermano bastardo del cine por lo mucho que la manera de contar historias de forma secuencial del séptimo arte se relaciona con la forma de plasmar las mismas en viñetas del noveno. Rechazando de pleno las comparaciones entre uno y otro por la simple razón de que no son el mismo medio, he de admitir hay ocasiones muy puntuales en que el acercamiento del mundo de la página impresa al del celuloide se somete a tal voluntad de maridaje que resulta inevitable no poder hablar de la personalidad cinematográfica del tebeo en cuestión. ‘Monolith’, qué duda cabe, es una de esas contadas ocasiones.
Relato de un David en femenino contra un Goliat mecánico e impertérrito, me resultó muy curioso que las más que obvias concomitancias que quise ver durante la lectura entre el trabajo de Roberto Recchioni y Mauro Uzzeo para ‘Monolith’ y la adaptación que Richard Matheson hizo de su relato corto para que Steven Spielberg rodara aquél magistral ejercicio de tensión y adrenalina que sigue siendo ‘El diablo sobre ruedas’; no fueran una percepción personal ajena a toda realidad y que, toda vez consumidas con cierta fruición las planchas en las que se despliega esta lucha de una madre contra un coche de último modelo, los propios autores se encargaran de confesar la influencia del filme en una de las muchas páginas de material extra que contiene el volumen publicado por Panini.
Como el relato de Matheson y la cinta de Spielberg, ‘Monolith’ se sustenta sobre la base de un sucinto esquema argumental, el mínimo indispensable para mantener la suspensión de credulidad y conseguir que nuestra atención no se vaya de vacaciones a mitad de lectura. Garantizado que no nos vamos a «mover de la butaca» durante las casi 175 páginas que ocupa la narración, no es el que nos cuentan sino el cómo nos lo cuentan lo que une aún más a cómic y película: si en la gran pantalla era el pulso con el que un joven cineasta sabía medir la acción, aquí es el portentoso y vibrante estilo pintado de LRNZ —que recuerda al Clayton Crain de ‘RAI’, entre otros— el que, con su planificación de la página y su determinación por acercarla en muchos momentos a una idiosincrasia de story board, logra agarrarnos por las gónadas y mantenernos en vilo mientras contemplamos, impotentes, la lucha entre mujer y máquina. De acuerdo, no es ningún dechado de virtudes —aunque las tiene, cuidado— en cuanto a guión, pero considerando cómo éste está plasmado, poco importa…
Monolith
- Autores: Roberto Recchioni, Mauro Uzzeo y LRNZ
- Editorial: Panini Comics
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 192 páginas
- Precio: 19 euros en