'Mi libro sobre el dinero', miradas anecdóticas sobre el vil metal

Empecemos con una advertencia. Por más que el diseño de la portada lo sugiera y aunque alguna frase publicitaria que se puede leer por la red apunte en el mismo sentido, en ‘Mi libro sobre el dinero‘ no vamos a encontrar un análisis sesudo y severo sobre la economía mundial o la crisis actual (aunque a ambas se las mencione); ni siquiera se trata de una exégesis acerca de la procedencia del dinero y las muy diferentes formas que ha tenido a lo largo de la historia (aunque también haya algo de esto último). Antes bien, si algo queda claro cuando uno acaba la lectura de este singular volumen es que la obra de Campbell es un compendio de anécdotas bastante divertidas e instructivas que el artista ha recopilado con el vil metal como hilo conductor.

Consecuencia directa de ello, y de la franqueza, cercanía y simpatía con la que Campbell «habla» a sus potenciales lectores (con una composición de página simple que no acude a enrevesados artificios que entorpezcan la lectura) es el envidiar profundamente a todos aquellos que el autor británico pueda llamar amigos ya que una reunión con este dicharachero dibujante tiene que ser de todo menos aburrida.

Hilándolas de manera que va saltando de una otra sin que en ningún momento tengamos la molesta sensación de no saber dónde nos está dirigiendo (aunque eso sea precisamente lo que hace) Campbell no analiza la dependencia del ser humano con respecto al dinero sino que, a través de las pequeñas historias que nos va relatando, deja que seamos nosotros los que saquemos nuestras conclusiones, ya sea por mor del relato sobre el momento en que fundo la empresa para poder dibujar un número de Batman, ya derivado de la relación con su suegro ya de la amplia cobertura que le da al dinero de piedra de la isla de Yap.

Por tanto, la interpretación de cualquiera de ellas por separado, o de todas ellas consideradas como una globalidad, dependerá de lo que cada lector quiera extraer de la obra y de cuánto aporte a la misma. Habrá quienes no pasen de considerarla como un divertimento más y estarán (estaremos) los que encuentren en ella una confirmación de que algo muy podrido se encuentra en la base, no ya del sistema capitalista (que también) sino de la concepción humana de la propiedad.

FICHA TÉCNICA: Mi libro sobre el dinero