Lo dije, hace meses, cuando tuvimos que abordar nuestras impresiones sobre el volumen publicado por Yermo en torno a la figura mitológica de Jasón: si hay una lectura que marcó mi pasión por la mitología griega, esa fue la versión de las historias de Ulises, Hércules y el héroe de Yolcos que adaptó, para un público infantil o pre-juvenil, el gran Stephen Cartwright. Un ilustrador fundamental en mi crecimiento como lector al que nunca podré agradecerle lo suficiente el haberme introducido en tantos y tantos frentes y el perfecto pie para poder saltar al grueso volumen que hoy nos ocupa, el integral de la ‘Medea‘ que publicaba el pasado año Tengu Ediciones a un precio del que muchas casas españolas deberían aprender y que recoge los cinco álbumes centrados en la princesa de la Cólquida que facilitará al líder de los Argonautas el preciado vellocino de oro. Un personaje trágico del que ya Cartwright daba algún que otro apunte de considerable tono adulto en su aproximación a la historia de Jasón—porque, queridos lectores, en contra de la corriente actual de pensamiento de proteger a los niños entre algodones bajo el temor del posible trauma, los chavales de los ochenta nos curtimos en mil batallas sin que senos quedara ninguna cicatriz de por vida— y que en las manos de Nancy Peña y Blandine Le Callet se convierte en una figura que supera en lo apasionante a cualquiera de las que rodearon a Jasón en sus aventuras…e incluso al mismísimo héroe griego.
Vale, lo admito, el dibujo de Nancy Peña no es santo de mi devoción y, de hecho, es de esos que, si no fuera por la fuerte corriente de aplausos que ‘Medea’ ha levantado desde su publicación, me habría servido de justificante primero y último para no acercarme a este volumen —sí, algo de prejuicio para con el dibujo de este medio visual que es el noveno arte aún mantengo desde lo categórico de mi yo de hace treinta años, ese que ni se pensaba en rechazar la obra maestra que fuera a no ser que le entrara por los ojos—. Dejando los detestables prejuicios a un lado, la dibujante francesa acomete aquí una labor poco menos que titánica para llenar las más de 300 páginas que ocupan los cinco álbumes originales con un estilo tan personal como, en última instancia, algo fascinante: sí, lo suyo no son las caracterizaciones de personajes, pero su uso del color —con la brillantísima elección de una paleta de tonos térreos que nos recuerda a las ánforas griegas—, el mimo por el diseño de escenarios, atuendos o utensilios y el cuidado en una narrativa soberbia a la que no le faltan recursos para encandilar al lector son argumentos más que suficientes para compensar sus carencias y dar como balance final uno completamente positivo.
Ahora bien, todo aquello que no pueda convenceros del trabajo de Peña sí lo hará de la portentosa labor, entre lo documental y la ficción histórica, que lleva a cabo Blandine Le Callet en un guión que, en una primera y superficial capa —de las varias que cabría encontrar en este hojaldrado relato— ya trabaja en aras de construir una protagonista que aventaje en interés, y de qué manera, a cualquier idea preconcebida que podamos traer a la lectura sobre Jasón: para lograr capturar nuestra atención inmediata, la guionista toma ese manido pero siempre efectivo recurso de que sea la propia protagonista, la hija de Eetes, el rey de la Cólquida, la que introduce su relato siendo una anciana decrépita y, a través de un enorme flashback, nos aproxime a una la historia de una mujer inconformista desde la infancia, una fémina que tenía intereses muy diferentes a los que se le presuponían a su sexo y que, conforme los acontecimientos se vayan desplegando en torno a ella, desvelará un torrente de personalidad de una fuerza inusitada que sólo se doblegará, y de manera temporal debido a las necesidades, a los deseos de Jasón.
Enraizada pues con la corriente de empoderamiento de la mujer, ‘Medea’ consigue, como decíamos, moldear a una trágica y muy atrayente figura que gana la mano a cualquiera de los muchísimos secundarios que Le Callet hace orbitar a su alrededor en un momento u otro del relato, ya sean éstos figuras patriarcales que no conocen otra forma de expresarse para con sus mujeres que la masculinidad tóxica —a ver, que estamos hablando de la antigua Grecia, tampoco podemos esperar nada más de los hombres de la época— o mujeres que, en posición diametralmente diferente a nuestra particular heroína, ni saben ni quieren saber nada más del mundo que lo que está en frente de ellas. Esa no es la Medea que Le Callet traza, y la eterna curiosidad, las ansias de conocimiento y la conciencia de su posición en el orden de las cosas hace de la protagonista todo un referente para las nuevas generaciones de lectores que quieran encontrar en las viñetas una figura fuerte que jamás da su brazo de convicciones a torcer. Bien es cierto que hay otras connotaciones añadidas al personaje, inherentes a su historia, que quizá no queden tan bien justificadas como hubiera sido deseable —el asesinato de sus hijos es, acaso, la más clara de ellas— pero son fruslerías en un conjunto portentoso y apasionante.
Medea
- Autores: Nancy Peña y Blandine Le Callet
- Editorial: Tengu Ediciones
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 320 páginas
- Precio: 30 euros