Tras dos números de relleno y tintes claramente lovecraftianos en los que la primera familia de Marvel viaja a Escocia, Mark Millar y Bryan Hitch nos ofrecen en este segundo volumen en formato Deluxe la conclusión a su irregular estancia al frente de ‘Los 4 fantásticos‘, una etapa de 16 números que, arrancando de forma espléndida como ya veíamos hace unos meses, encuentra en su cierre un severo bajón de calidad, tanto en el guión (con Millar queriendo acabar cuanto antes) como en el dibujo de un Hitch que ya apuntaba maneras en los números anteriores pero que aquí nos deja muchas de las peores páginas que le hemos podido ver.
Como decía, tras ese impass que suponen los números 564 y 565 americanos, Millar arranca en el 566 con ‘El maestro de muerte‘, una historia en la que Victor Von Doom tendrá que enfrentarse a un personaje del que nunca habíamos sabido nada hasta ahora: aquél que lo entrenó en las artes arcanas para convertirlo en lo que es hoy en día.
Disgustado por que su antiguo pupilo ejerce su poder de forma demasiado laxa, el Maestro de Muerte arrasará Latveria (en una de esas imágenes cinematográficas que Millar y Hitch tanto gustan de incluir cada vez que pueden) para después enviar a Victor a la prehistoria, época de la que confía no volverá, quedándose la Tierra a merced de su extrema tiranía.
El enfrentamiento con Reed, Susan, Johhny y Ben es inevitable y es a partir del tercer número del arco argumental (un término que, de seguir las colecciones actuales como siguen, pronto quedará en desuso) cuando la serie empieza a hacer aguas por todas partes. Hasta entonces Hitch ha aguantado más o menos el tipo, apoyándose sobremanera (como en el volumen anterior) en el trabajo de sus entintadores; pero a partir de aquí, el dibujante pierde por completo las formas, volviéndose su narrativa tan enrevesada que por más que uno relea ciertas páginas es imposible sacarle sentido a lo que está leyendo.
Y si el trabajo de Hitch resulta cuanto menos decepcionante, mejor no hablamos del de Millar, que pone el piloto automático e incurre en fallos de esos que no le pasarían ni al más bisoño de los aspirantes a guionistas. El más llamativo de todos ellos es, qué duda cabe, la auténtica personalidad del nuevo alumno del Maestro de Muerte, tan previsible como risible.
No estamos aquí, en definitiva, ante el trabajo canónico acerca de la Primera Familia que todos habríamos esperado de mano de un tándem que nos trajo las dos maxiseries de ‘Ultimates‘ y del que aguardamos pacientemente en el futuro alguna nueva colaboración que nos deje a sus seguidores un regusto menos amargo.
- Autores: Mark Millar y Bryan Hitch
- Editorial: Panini
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 256
- Precio: 25 euros