‘MD. Iron Man. Extremis 1.5’, renovando a Tony Stark

Por más que sea uno de los puntales del actual universo Marvel, lo cierto es que Iron Man nunca ha resultado un personaje muy interesante salvo en raras excepciones (la etapa de Layton y poco más), no contando en sus innumerables y recurrentes reencarnaciones con el éxito que otros vengadores si han tenido en sus series propias. Con esto en mente, resulta comprensible que encontrarse con una historia de la categoría de la que sirvió a Warren Ellis para revolucionar la vida de Tony Stark y su alter ego, sea un motivo de celebración constante.

Una celebración que Panini, aprovechando el inminente estreno de la esperadísima ‘Iron Man 3‘, ha querido aprovechar publicando una nueva edición «1.5» del volumen Marvel Deluxe que contiene ‘Extremis‘, haciendo acompañar a las magníficas páginas de Ellis y Adi Granov de gran cantidad de «extras» que abundan en el proceso creativo del brillante artista bosnio, detallando la forma que tiene de acometer la ejecución de una página y destacando su inmensa relevancia en el proceso de traslado al cine del hombre de hierro.

Decía antes que la etapa de Layton y su ‘Demonio en una botella‘ (el arco en el que Layton hacía que Tony se enfrentara al alcoholismo) es fundamental en el largo devenir editorial del vengador dorado, y otro tanto podríamos afirmar de la historia que tenemos hoy entre manos, un relato de soberbio carácter cinematográfico que ha marcado a fuego al personaje desde su aparición hace ya casi ocho años, con ecos que se sienten en la actual serie guionizada por Kieron Gillen (que utiliza a Extremis en su primer arco argumental) y que, muy probablemente, se dejarán ver en la tercera entrega de las aventuras en la gran pantalla del personaje.

Cómic marca Ellis de principio a fin, ‘Extremis’ supone tanto una actualización del origen del personaje mucho más cercana a la contrapartida en celuloide como una reinvención de la forma en la que Tony utiliza su armadura, girando la trama del volumen en torno a un virus destinado a mejorar todas las capacidades humanas imaginables que ha caído, cómo no, en manos equivocadas. Brillante en su devenir, ‘Extremis’ no habría sido lo mismo si no hubiera contado con el extremo talento narrativo de Granov. Bien es cierto que sus viñetas, consideradas aisladas, revisten cierto carácter estático trascendido, no cabe duda, por lo cinemático de una narrativa que consigue, en conjunción con el guión, la mejor historia que se ha publicado sobre Iron Man.