El pasado mes de diciembre llegó a las estanterías yanquis la esperada secuela de Marvels, la miniserie con la que Kurt Busiek y Alex Ross homenajearon al Universo Marvel y devolvieron la originalidad y la frescura al género superheroico. 14 años después de aquella historia, nos volvemos a encontrar con Phil Sheldon, el fotógrafo que a lo largo de los años ha ido registrando con su cámara los momentos más importantes protagonizados por prodigios como La Antorcha Humana original, Namor y Spiderman.
Marvels: Eye of the Camera nos traslada a principios de los años 70, básicamente en el momento en donde se quedó la primera parte. Después de publicar su libro de fotografías y de tener tal cantidad de vivencias a sus espaldas, Sheldon empieza a sentirse un poco hastiado, cansado de ese nuevo mundo que ya no parece guardar sorpresas ni emociones para él.
A ello hay que sumar las dudas que le entran sobre el papel de su profesión (no olvidemos que en esa época los periódicos como el Bugle se dedicaban a distorsionar la realidad, en lugar de mostrar a la gente los hechos tal y como eran) y sobre el trabajo de toda su vida. Dudas que se verán incrementadas cuando ocurra un suceso que cambiará por completo su vida personal.
Pero pronto empiezan a surgir nuevos prodigios y a suceder nuevas historias que él no podrá evitar contar. No obstante, por lo que hemos podido leer en los dos números de la serie que se han publicado ya, Busiek se ha centrado más aún en la vida de Sheldon, por lo que muchos de estos acontecimientos no pasan de ser simples anécdotas.
Quienes hayáis leído los cuatro números originales de Marvels, no encontraréis en esta secuela el factor sorpresa que tanto nos impresionó en su momento. Pero es lógico, al fin y al cabo. Busiek ha repetido la misma fórmula de antaño, aunque, y esto es lo más importante, eso no quiere decir que no le queden cosas por contar (la nueva etapa en la vida del protagonista) y por repasar (los acontecimientos más importantes del Universo Marvel en las décadas de los 70 y los 80).
El cambio más destacable entre las dos partes es el nuevo dibujante, Jay Anacleto, que para mi gusto está haciendo un trabajo excelente. Su estilo me parece muy apropiado porque está a medio camino entre el hiperrealismo de Ross y el grafismo tradicional de los cómics pijameros. Además, debo decir que aunque las pinturas de Ross me parecen una maravilla, siempre las he considerado más apropiadas para portadas y pin-ups, ya que el estatismo de sus personajes me chirría un poco, especialmente para un género que destaca por sus escenas de acción.
En resumidas cuentas, aún es pronto para hacer una valoración definitiva de este Marvels 2, pero como ya he adelantado en el titular, la cosa pinta muy bien. Busiek sigue sabiendo cómo enganchar a los lectores y conserva su buena mano para los diálogos. Lo único que se le puede achacar es que haya tardado tanto tiempo en publicarse, ya que si hubiera salido unos añitos antes, con el recuerdo de Marvels todavía fresco, su impacto habría sido mayor.
Más en Zona Fandom | Marvels 2
Los comentarios están cerrados.