Soy consciente de lo mucho que puedo llegar a abusar de las «batallitas de abuelo» a la hora de comenzar una reseña de cómic. Tanto como lo soy de que a la hora de empezar a hablar sobre ‘Marvels’, es de todo punto imposible no tirar de recuerdos y llevaros de la mano a veinticuatro años en el pasado, más exactamente a un mes de mayo de 1994 cuando, tras casi dos años coleccionando cómics más o menos en firme, este redactor se dio de bruces en la papelería de al lado de casa de sus padres con el primer prestigio que Fórum publicaba de la obra de Kurt Busiek y Alex Ross. Podría parecer que exagero, pero me estaría quedando incluso corto al afirmar que muchas cosas cambiarían en mi manera de entender los tebeos de superhéroes después de aquella primera lectura de ‘Marvels’.
El entendimiento de dicha aseveración pasa por aclarar eso de la «papelería de al lado de casa de mis padres» y lo que ello conllevaba: como ya creo haber comentado en alguna ocasión, Algeciras no contó con librería especializada en cómics hasta bien entrada la segunda mitad de los noventa y, debido a ello, los contactos con el mundillo habían de hacerse a través de lo que llegaba distribuido a quioscos y papelerías que, como supondréis, ni era mucho ni, de lejos, todo lo que por aquél entonces se publicaba en nuestro país. Esta limitación incidía de manera directa en una visión muy, pero que muy parcial, de lo que el cómic en general era capaz de ofrecer y del alcance real de lo que los tebeos de superhéroes en particular podían albergar.
Debido a ello, y a que mi formación en el mundillo había comenzado con el manga y no con los tipos y tipas vestidos de mallas, el resumen que Busiek y Ross ofrecían de la historia del Universo Marvel vista a través de un ciudadano de a pie, no sólo me pareció tan fascinante como a muchos lectores veteranos de La Casa de las Ideas, sino que se posicionó a la vez como piedra de toque con la que medir todo lo que vendría despuésy como vehículo de recurrente revisión a través del cual ir asentando todo lo que iba leyendo en otros puntos cardinales de la editorial.
Disfrutada de manera reiterada en los ya más de cinco lustros que nos separan de su primer y bisoña lectura, resulta llamativo apercibirse, en la que he efectuado con motivo de la presente edición de Panini, no sólo de la perpetua actualidad que rodea a los cuatro prestigios que conforman ‘Marvels’, sino de la intrínseca valía que atesoran unas páginas que superan sin despeinarse a la práctica totalidad de lo que Marvel es capaz de ofrecer hoy por hoy y, sobre todo, de la efectiva forma en la que Busiek, madurando sobre los movimientos que a mediados de los ochenta habían llevado al cómic de superhéroes a otra esfera, recoge el testigo de los planteamientos de ‘Watchmen’ o ‘El regreso del señor de la noche’ y los traslada a la idiosincrasia marvelita.
Al hacerlo, da con una lectura portentosa, ya en la manera en que va resumiendo los acontecimientos principales que cimentaron el Universo Marvel de la mano de Stan Lee, Jack Jirby y la cohorte de artistas que parió tan otrora fecundo cosmos de personajes ya, sobre todo, en la reflexión adulta y seria que hace de ellos a través de los ojos de Phil, el fotógrafo que se verá envuelto, de una manera u otra, en acontecimientos tan fundamentales como la primera aparición de Namor, el primer ataque de Galactus a la Tierra, la llegada de los mutantes o, por supuesto, la trágica muerte de Gwen Stacy.
Demostrando el mismo conocimiento de la historia Marvel que, años más tarde, volverá a marcar a fuego su ‘Siempre Vengadores’, Busiek se dejó acompañar por un Alex Ross que, a falta de expresiones más sesudas, «voló la cabeza» de mi yo lector de hace dos décadas: ajeno al mundo del tebeo europeo, encontrar las portentosas páginas pintadas de Ross en un cómic de superhéroes fue algo que, todavía hoy, recuerdo con maravilla. Y si bien es cierto que el artista pecaba ya de cierta estaticidad narrativa —debido al abuso de las referencias fotográficas que siempre han marcado su forma de dibujar—, cualquier consideración negativa hacia su trabajo que pudiera derivarse de dicha práctica quedaba, y sigue quedando anulada, por la magnificencia y el tono épico con el que quedan caracterizadas las páginas de esta obra maestra del medio que es, sin lugar a dudas, ‘Marvels’.
Y no podemos terminar sin hacer referencia a esta nueva y muy contundente edición que hace Panini de ‘Marvels’, incluyendo para la ocasión, no sólo los cuatro prestigios originales y el pequeño preludio que introduce a la Antorcha Humana original, sino el especial que se publicó en su momento para celebrar el 20 aniversario de la historia y, por supuesto, el puñado de extras que hacen del enorme volumen la mejor y más completa edición que se haya hecho (y se vaya a hacer) en castellano del trabajo de Busiek y Ross, acompañando a las páginas de tebeo de un exhaustivo repaso a todas las referencias que ambos autores incluyeron en las viñetas y de bocetos, guiones, ilustraciones y portadas. TODO UN MUST, que no os quepa duda.
Marvels anotado
- Autores:Kurt Busiek y Alex Ross
- Editorial: Panini
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 504 páginas
- Precio: 60 euros