Creo haberlo dicho en alguna ocasión: si servidor hubiera nacido en esta época en la que el cómic es algo tan extendido y «normal»…lo hubiera «flipado» tanto o más que lo que lo está «flipando» mi hija con todo lo que su padre tiene a bien ponerle por delante. Tengamos en cuenta que hace treinta y tantos años, cuando el que esto suscribe comenzó a leer tebeos, éstos eran, al menos en nuestro país, reducto de unos pocos y un objeto que, en «provincias» no era de fácil adquisición. Afortunadamente, las cosas han cambiado de manera radical, y la lucha personal por hacerme con una tebeoteca como la que hoy tengo —lucha que me llevó a no pocos enfrentamientos con mis padres por su incapacidad de comprender que leer cómics era algo tan «digno» como leer libros…que también leía a patadas, dicho sea de paso— está dando sus muchos y gratificantes frutos cuando veo como mi pequeña agarra un álbum de Astérix o de Tintín, o uno de los voluminosos tomos de ‘Ultimate Spiderman‘ y acaba su ratito de lectura con una sonrisa de oreja a oreja pidiendo más.
Pero, claro está, a sus nueve años, sacándola de lo que he citado arriba, del ‘Bone‘ que estoy leyendo con ella todas las noches —y que la está dejando boquiabierta— y de algún álbum que voy comprando aquí y allá destinado más o menos a su edad, pocos cómics de superhéroes podemos encontrar que puedan ser del gusto de una niña en un tramo de desarrollo tan antipático como la pre-adolescencia. Es por ello que, cuando Panini anunció el lanzamiento de esta nueva línea de Marvel Young Adults, un pequeño «hurra» sonó en mi cabeza por cuanto iba a contar con los cuatro volúmenes iniciales que ofrecía la editorial para introducir a Julita en muchos personajes que ya conocía por las películas Marvel y que llevaba tiempo pidiéndome poder leer.
Como quiera que cuatro volúmenes en una única reseña nos parecía demasiado y que, además, había una suerte de división temática entre ellos, hemos decidido —y digo hemos porque, llegado el momento, algo más abajo, os dejaré con ella para que os traslade sus impresiones sobre uno de los dos tomos que hoy nos ocupa— que dedicaremos dos entradas separadas a cubrir esta magnífica idea de Panini, centrándonos en las líneas que ahora mismo estáis leyendo en dar buena cuenta de los dos tomos que, de tamaño algo más reducido —hay quien seguro los llamaría «jibarizados», pero detesto el término—, y precio tremendamente apetecible —no me diréis que 10€ por doce grapas USA no es una ganga—, se centran en el universo del trepamuros.
Y digo universo, y digo bien, porque ni ‘SpiderGwen’ ni ‘Spiderman ama a Mary Jane’ son títulos en los que nuestro amistoso vecino tenga el protagonismo. Tanto es así, que ni aparece en el primero y, por más que su nombre encabece el segundo, su presencia es más catalizador involuntario de la trama que actor principal de una historia que se aleja rauda de los estándares a los que estamos acostumbrados en los tebeos de la Casa de las Ideas. Pero vayamos por partes y comencemos por ‘SpiderGwen’.
El personaje de la Gwen Stacy de un universo alternativo que los lectores pudimos descubrir en ‘Spiderverse‘ y que después llegamos a adorar en ‘Spiderman. Un nuevo universo‘, es protagonista absoluta de esta maxiserie firmada por Jason Latour y Robbi Rodríguez. Con las bases sobre la protagonista sentadas más o menos por el evento que orquestara Dan Slott durante su maravillosa y prolongada estancia en el hombre araña, la mayor virtud de Latour no es tanto la descripción de una heroína con las dificultades propias de una adolescente —algo que muchos de los guionistas que alguna vez han pasado por Spiderman han hecho con mayor o menor fortuna— sino la total invención de ese universo alternativo en el que tienen lugar las aventuras de la mujer araña. Un universo en el que ocurrencias como la Capitana América o un Matt Murdock malvado al servicio de los intereses de Kingping sólo son dos de las más vistosas de las ideas que gasta el guionista. Desafortunadamente, contraponiéndose a esa imaginación, el discurso de la trama se siente por momentos demasiado confuso, tanto por un discurrir de acontecimientos algo atribulado como por acción directa del estilo desgarbado y lo confuso del arte de Rodríguez.
Llegados a este punto, os dejo con Julia, que os va a contar a su manera —sed indulgentes— lo que le ha parecido ‘Spiderman ama a Mary Jane’.
El comic ‘Spiderman ama a Mary Jane’ no es un comic normal de Spiderman, ya que no es de aventuras sino más bien de amor, adolescentes, las cosas que les pasan, sus peleas, etc… A mí me ha gustado bastante y tiene muy buen dibujo respecto a ‘Spider Gwen’ del que tampoco me gustó mucho la historia. Este cómic me ha gustado bastante porque, a ver, a mí me gusta la acción pero también me gustan los cómics de otras cosas.
Os cuento un poco de que va ‘Spiderman ama a Mary Jane’: Mary Jane es la chica más popular del instituto y Peter Parker es un empollón. Por otro lado está Flash que siempre le está haciendo burradas a Peter; y Harry Osborn, que quiere salir con Mary Jane. Pero Mary Jane quiere invitar al baile a Spiderman y no sabe a quién elegir de los dos. Entonces Mary Jane sale con Harry, después rompen y él comienza a salir con una compañera llamada Lindsay que traiciona a Mary Jane. Pero ellos también cortan porque la amiga íntima de Mary Jane (Liz) le dice a Lindsay que tiene que cortar con Harry Osborn. Todo este lío termina cuando al final Spiderman le dice por la ventana a Mary Jane «He cambiado de opinion, ¿quieres salir algún dia?»…y se corta ahí…y nos quedamos preguntándonos «¿que va a pasar?» «¿cómo termina?»…y con una intriga que tengo muchísimas ganas de que salga el segundo… si es que sale, claro.
‘Nuff said!!!!!
Sergio y Julia (III)
SpiderGwen
- Autores: Jason Latour y Robbi Rodriguez
- Editorial: Panini
- Encuadernación: Rústica
- Páginas: 272 páginas
- Precio: 9,95 euros
Spiderman ama a Mary Jane
- Autores: Sean McKeever y Takeshi Miyazawa
- Editorial: Panini
- Encuadernación: Rústica
- Páginas: 264 páginas
- Precio: 9,95 euros