Lo prometido es deuda y, tras las entradas dedicadas a repasar las series individuales y una primera mitad de las grupales, aquí estamos para finalizar el análisis de lo que han dado de sí las colecciones de grupos Marvel publicadas hasta la fecha dentro de la línea Now!. Un repaso que, prometido, se completará en unos meses cuando todas hayan tomado su rumbo y podamos ofrecer conclusiones con más fundamento sobre todas y cada una de ellas las que queden en pie.
‘All new X-men’, y Bendis volvió a dar la campanada
Hay que dejar las cosas claras. A la espera de saber si el actual status de Fraction, Hickman o Remender es flor de un día o logrará perpetuarse en el tiempo, está muy claro que la estrella indiscutible de Marvel es, hoy por hoy, Brian Michael Bendis. Una estrella que ha brillado con fuerza desde el cambio de siglo y que ha sido la responsable de devolver la grandeza a Los Vengadores, de dar con el mejor Spider-man que haya visto la historia de la editorial, de plantar cara al Daredevil de Miller con una etapa magistral junto a Alex Maalev o de ser co-responsable de todos aquellos acontecimientos anuales que han jalonado la historia reciente del Universo Marvel.
Y cuando parecía que Bendis no podía superarse a sí mismo. Cuando pensábamos que el guionista tendría que hacer algo completamente diferente a lo que hasta ahora había desarrollado para volver a epatarnos. Justo cuando el anuncio de que se trasladaba a la franquicia mutante nos hacía temer lo peor. Aparece de nuevo el genio y, de forma inequívoca, nos trae la Joya de la Corona de las series de supergrupos, el ‘All new X-men’.
Junto a él, otro de esos artistas capaces de hacer salivar hasta al más escéptico de los aficionados anti-Marvel, un Stuart Immonen que, durante los tres números publicados hasta ahora, consigue desencajar una y otra vez la mandíbula de un lector que, habiendo seguido su trayectoria desde siempre, creía que ya nada de lo que hiciera el dibujante de ‘Superman. Secret identity’ iba a superar a cualquiera de las últimas cosas que hemos podido leerle (ese ‘Miedo encarnado‘).
Probando que estábamos (estaba) muy equivocados Immonen, que viene aquí magníficamente entintado por Wade Von Grawbadger y coloreado de forma soberbia por Marte Gracía, se saca de la manga (y ustedes me disculpen el simil futbolero) un hat trick de lujo, tres números de infarto, y dos más que quedan por venir, que le ponen el listón altísimo al que será su sucesor para los seis, siete y ocho, ese nuevo y grandísimo talento que es David Márquez.
En cuanto a lo que mueve la serie, y ha provocado el halago casi generalizado del fandom, la idea de Bendis se resume en un par de frases: Cíclope (el actual) está fuera de control. Hagamos venir a Cíclope (el del pasado) para que hable consigo mismo y se convenza de que tiene que dejar su violenta cruzada. Planeado por un Hank McCoy en estado terminal (aquejado de la que puede ser la mutación extrema que lo mate), este plan no cuenta en principio con que, en su viaje al pasado, la Bestia se encuentre con su otro yo y, menos aún, que en su regreso al futuro termine siendo acompañada por Jean Grey, Bobby Drake y Warren Worthington.
Babeando tras ver la portada del quinto número con Jean Grey como absoluta protagonista, y con las muchas posibilidades que plantea el haber traído a los mutantes del pasado (que levante la mano el que no esté dándole ya vueltas a cómo diantres van a reaccionar Logan y Scott ante la presencia de Jean) ‘All new X-men’ consigue que alguien que no leía mutantes desde hace mucho, pero que mucho tiempo, vuelva a estar emocionado ante la perspectiva de su ración mensual.
‘Fantastic four y FF’. ¿Dos series para una sóla familia?
Afortunademente no. A los altos mandos de Marvel aún no se les ha ido del todo la cabeza y la duplicidad es simplemente continuista con las dos series existentes en la etapa Hickman (el vol.3 de los ‘FF’ acaba este mismo mes con su número 23). Así las cosas, tendremos en una de las series a la formación del grupo de siempre, esto es, Reed, Susan, Johnny y Ben; mientras que en la otra nos encontraremos con Scott Lang (el Hombre Hormiga actual), Hulka, Medusa (la esposa de Rayo Negro) y Miss Thing, un personaje nuevo aún por desarrollar. ¿El responsable de todo esto?, un Matt Fraction que deja atrás su estancia en ‘Thor’ para adentrarse en los misterios del universo.
El guionista explica así las dos series
ambos títulos se establecen de forma independiente después del arco inicial, pero cada uno de ellos se relaciona e interrelaciona con el otro.
¿Qué quiere decir esto? Todo se explica con la trama que Fraction nos acerca en el número uno de ambas colecciones. En ‘Fantastic four‘, descubrimos que Reed aqueja una enfermedad desconocida capaz de acabar con él. Sin querer alarmar a su familia, pero con el tiempo en su contra, el hombre elástico decide hacer un viaje temporal para buscar la cura, utilizando como pretexto de cara a los suyos el querer pasar más tiempo con ellos y, asimismo, expandir el conocimiento de Franklin y Valeria.
Dicho viaje, que en tiempo relativo les llevará un año pero supondrá tan sólo una ausencia real de cuatro minutos (¿por qué cuatro y no cero? ahhh, que si fuera cero no habría segunda serie. Vale, me callo.) motiva al siempre previsor Reed a poner al frente de la Fundación Futuro a un equipo que sea capaz de poner freno a las posibles amenazas que aparezcan en dicho lapso de tiempo, y ahí es donde entran en juego Scott Lang y compañía, así como las primeras dudas acerca de la segunda cabecera.
Es evidente que alguna enrevesada manera tendrá Fraction de arreglar la inmensa traba que se ha puesto de partida pero, a priori, uno no se explica cómo se va a justificar una segunda serie cuyos números (sean éstos cuántos sean) van a transcurrir en 240 segundos. Eso sí, la curiosidad acerca de cómo lo hará se apodera de uno tras esa feliz última página del segundo número de ‘Fantastic four’.
Y si en el guión el timón es único, en el aspecto gráfico es donde ambas series se separan de forma radical. Por un lado tenemos ‘Fantastic four’ en la que el ubicuo Mark Bagley, entintado por Mark Farmer (con un trabajo que hace que se aprecie lo mucho que Alan Davis le debe a la labor de su compatriota), garantiza, con su capacidad de acabar dos números al mes, que esta será una de las pocas series de Marvel Now! con dibujante fijo. Mientras tanto, el personal estilo de Mike Allred apunta a que ‘FF‘ va a ser de esas series raritas con las que La Casa de las Ideas nos sorprende de cuando en cuando y que el tiempo terminan convirtiendo en pequeñas joyas.
‘Avengers arena’ y ‘Cable and X-force’. Una la mar de prometedora; la otra ni puede prometer, ni promete.
Aunque no deje de atesorar una cierta ironía el hecho de venir firmadas por el mismo guionista, resulta incuestionable (al menos bajo mi punto de vista, claro está) que en estas dos nuevas cabeceras que estrena Marvel Now! hay un gran diferencia entre lo que una y otra son capaces de ofrecer.
Empecemos presentando a su capitán, Daniel Hopeless, un joven guionista al que Marvel ha decidido dar la oportunidad de su vida tras sólo dos proyectos anteriores con ella, el ‘Legion of monsters’ (entretenida y poco más) y el ‘X-men: season one’, el volumen correspondiente a los hombres X de esa apuesta de la editorial por captar a los potenciales lectores derivados de los cines a través de contar de nuevo (y van…) el origen de sus personajes.
Con tan escueta carta de presentación (algo más hay del escritor, pero ya no para Marvel) el trabajo de Hopeless para ‘Avengers arena‘ y ‘Cable and X-force‘ resulta, como apuntaba arriba, bastante chocante ya que, a decir verdad, si no fuera porque los créditos de ambos cómics así lo afirman, podríamos estar hablando perfectamente de dos guionistas diferentes.
Por un lado tenemos a áquel que, disponiendo de libertad para hacer lo que le venga en gana con una colección nueva, plantea una idea extraída directamente de ‘Los juegos del hambre’ o ‘Battle royale’ adaptada a las necesidades de un cómic de superhéroes. ¿El resultado? un ‘Avengers arena’ de increíble ritmo para ser lo que es, de una intensidad que sorprende desde su primera a última página y de unos resultados finales que no dejarán indiferentes a nadie por más que el dibujo, del eficiente Kev Walker, carezca de mucha personalidad.
‘Cable and X-force’, no obstante, peca precisamente de lo contrario, ya en el aspecto gráfico, ya en lo poco entretenida que resulta su lectura. A los lápices nos encontramos a un Salva Larroca que jamás ha sido santo de mi devoción y, a estas alturas, creo que nunca lo será: la hiperestaticidad de su narrativa se ha postulado como el principal problema que le he encontrado a un dibujante que, si bien aquí se esfuerza tanto por «ensuciar» su estilo como por abandonar a los actores de Hollywood, queda lejos de convencer(me).
En lo que a Hopeless se refiere, el guión de este primer número sirve, por un lado para las dichosas presentaciones de la formación del grupo liderado por Nate Grey (cosa que discurre de modo atribulado y poco coherente) y, por el otro, para que Cable y Hope se reencuentren y ello de pie a lo que, supongo, animará el cotarro en un primer arco argumental que, sinceramente, no voy a perder el tiempo en leer.
Lo que aún está por llegar
Por si no fuera suficiente con todo aquello de lo que ya hemos dado cuenta, Marvel Now! aún nos tiene reservados siete series nuevas más. Dos de ellas tienen potencial y equipo creativo detrás para ser sendos éxitos. De otras tres podemos esperar colecciones resultonas que, con buen tino, seguro que calarán en más de un lector desprevenido. Y las dos últimas, sinceramente, son una incógnita.
Las dos primeras son, por si alguien lo dudaba, ‘Uncanny X-men‘ y ‘Guardians of the galaxy‘, los otros dos títulos apadrinados por Bendis que cuentan, como dibujantes iniciales, con Chris(a/veces/ni/yo/entiendo/lo/que/dibujo/pero/da/igual/porque/mola)Bachalo y el gran Steve McNiven. ‘Uncanny’ se centrará, según el guionista, en Cíclope y el grupo de mutantes que lídera; la segunda, de un oportunismo brutal de cara a la futura película, contará con la alineación de los guardianes establecida en ‘Avengers assemble’ más Iron man y con el indudable atractivo que siempre aporta el buen hacer en la narrativa del dibujante de ‘Civil war’ y ‘El viejo Logan’.
Tras ellas, la nueva etapa de ‘Uncanny X-force‘, o cómo Sam Humphries, apadrinado de Hickman, y Ron Garney intentarán hacernos olvidar la maravilla escrita por Remender; y las nuevas encarnaciones de ‘New Avengers‘ y ‘Secret Avengers‘. De los ‘New’ no sé muy bien que pensar. Sí, viene firmada por Hickman, pero la idiosincrasia de la original estaba íntimamente ligada a las consecuencias de la ‘Civil war’ y habrá que ver como se la reinventan. De la segunda me llama la atención tanto el dibujo de Luke Ross como la manera en la que Nick Spencer (que está haciendo un trabajo más que correcto con los ‘Ultimate comics X-men‘) se desenvolverá en su nueva asignación.
Sólo nos quedan dos. Y si de ‘Fearless defenders‘ podríamos afirmar que es una rareza en la que Cullen Bunn y Will Sliney nos traerán las aventuras de una formación femenina compuesta por Valkiria, Misty Kinght y Danielle Moonstar (sic), con ‘Young avengers‘ lo único que me atrevería a aventurar es que mucho van a tener que esforzarse Gillen y McKelvie para superar el trabajo que hicieron Heinberg y Cheung con la serie original.
Si habéis llegado hasta aquí sin perder la cordura, ante todo daros la enhorabuena (¡ENHORABUENA!) e instaros, de nuevo, a próximas entregas (ya con más material de por medio) de estos intensos repasos que seguiremos efectuando a lo que se cuece en el seno de La Casa de las Ideas. Hasta entonces…
Nuff’ said!!!
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