El éxito que cosecha algunos personajes en una etapa determinada de su historia muchas veces escapa a la lógica. Un ejemplo bastante claro de esto es la firmada por Bill Mantlo y Sal Buscema en la colección de ‘Hulk‘. Estos dos autores siempre han contado con el favor de los aficionados aunque su trabajo no deje de ser poco más que correcto. Tanto guionista como dibujante han sido de esos trabajadores de la casa, siempre han estado ahí a la hora de tapar algún hueco producido por la demora en la entrega de los artistas principales.
Mantlo, inactivo desde la década de los 90 cuando sufrió un atropello que lo dejó incapacitado, nunca se caracterizó por ser un gran constructor de historias, ni por tener una prosa que dejara hipnotizado al lector y Buscema, Sal, siempre tuvo la enorme sombra de su hermano John sobre él, con un estilo mucho más esquemático, fue un dibujante cuya rapidez a la hora de facturar páginas (hasta tres colecciones llegaron a aparecer con su nombre en un solo mes) le valió trabajar en un buen puñado de títulos.
Y aquí es donde aparece la magia y lo inexplicable, dos autores sin mucho renombre se reúnen en una colección como la de Hulk y firman una etapa para el recuerdo, repleta de capítulos e historias clásicas que todo el mundo coincide en señalar como una de las mejores del personaje. Durante cinco años Mantlo y Buscema se dedicaron a continuar el legado empezado por Stern y cuando la formula no daba para más redefinieron al personaje en un giro que dejó pasmado a más de uno.
Al hablar de la Marvel de los 80 todos sabemos que existía cierta “libertad creativa” que hoy en día casi se encuentra en desuso, así nos vamos a encontrar con algunas historias bastante imaginativas y originales, de tal manera vamos a tener como invitados personajes tan estrafalarios como Mapache Cohete (de rabiosa actualidad hoy en día), el Alto Evolucionador o los Cazadores de Hulk, personajes todos ellos de gran impacto “visual” pero que dieron muy buenos momentos mezclados con el gigante esmeralda.
Pero por lo que serán recordados estos tebeos clásicos fue por el cambio que se produjo en la personalidad del personaje. Lejos quedaría el “Hulk aplasta” para dejar paso al “Hulk razona”. Como se ha comentado un poco más arriba, las aventuras del Hulk monosilábico no daban para más y la verdosa criatura pedía a gritos un cambio, de esta manera casi se creaba un nuevo personaje compuesto por la personalidad de Banner, con su intelecto, y la apariencia y fuerza de La Masa de toda la vida. Una jugada magistral que supuso un soplo de aire fresco a la colección.
Ahora Panini recupera la primera tanda de episodios de esta magistral etapa en un grueso volumen (760 páginas) de la colección Marvel Héroes, uno de los mejores inventos que se ha sacado de la chistera la editorial. Pero esto solo es el principio ya que aun falta la última parte de los tebeos firmados por el tándem de oro. Presumiblemente para finales de año o principios del siguiente tendremos una nueva entrega de similares características con el resto de entregas entre las que veremos aquella saga que forma parte de la historia más laureada del personaje, La Encrucijada, y yo desde aquí solo puedo frotarme las manos y babear un poco mientras llega ese momento.
Marvel Héroes 46 Hulk: Perdonado
- Autores: Bill Mantlo y Sal Buscema
- Editorial: Panini
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 760
- Precio: 42 euros
De pequeño pensaba que Hulk eran solo tortas. Luego llegó a mis manos un cómic de tercera o cuarta mano en el que Hulk andaba por un extraño cruce de caminos y llegaba a un mundo en el que podía destrozar todo lo que quisiera. Dicho mundo finalmente era la caja de juguetes de un gigante y hulk se sentía vacío, volviendo al cruce de caminos.
Por lo tanto dos cosas: Hulk bien escrito tiene la capacidad de emocionar. Y gracias por darme la pista para reencontrarme con un pedacito de mi infancia.
Cliente satisfecho, trabajo bien hecho. Estos tebeos que leímos en nuestra infancia suelen despertar nuestros sentimientos más nostálgicos y por lo general da bastante gustirrinín su relectura.
Y muchas gracias a ti. Un saludo.