'Marvel Gold Los Nuevos Mutantes: Nueva Roma', dioses de la arena

Escribir sobre el material que Panini está rescatando poco a poco en su línea Marvel Gold es cada vez un ejercicio más complicado, sobre todo, porque la mayoría de las veces el enemigo a vencer, el factor nostálgico, juega muy malas pasadas. De momento llega a las librerías el segundo volumen con los primeros números de ‘Los Nuevos Mutantes‘ titulado Nueva Roma y tirando de profesionalidad y cabeza fría se intentará mostrar los defectos y virtudes de un material que pedía a gritos una nueva edición.

Chris Claremont ha pasado a la historia como el padre de los mutantes, el autor con el que unos personajes vivieron su mejor etapa y cuyas historias son clásicos inconmensurables del Noveno Arte. Sin embargo, todo necesita un periodo de adaptación y es a partir de la mitad de este tomo cuando la maquinaria empieza a funcionar a la perfección, y con esto no queremos decir que lo visto hasta ahora en la colección no mereciera la pena.

El hasta ahora dibujante de la serie, Sal Buscema, parecía no terminar de empatizar con los personajes y sus ilustraciones, aunque lucían bastante bien, no alcanzaban la calidad deseada por los aficionados. A esto no ayudaba las “demasiado agradables” tintas de Bob McLeod o posteriormente de Tom Mandrake por lo que Los Nuevos Mutantes no llamaban toda la atención que deberían sobre todo por tratarse de un spin-off de la superventas ‘Patrulla X‘.

Poco a poco, Claremont va introduciendo tramas y subtramas para hacer la historia de los jóvenes superhéroes más interesante y para ello no dudará en echar mano de algunos de los villanos más llamativos de la casa. De esta manera desfilarán por las páginas de la colección la siempre temible Selene, Víbora o el inmenso Samurai de Plata. Junto con personajes de nuevo cuño como el peculiar Hacha, se verán transportados a parajes tan exóticos como el Amazonas o Nueva Roma donde Bala de Cañón y los suyos tendrán que ponerse las armaduras de gladiadores para luchar en la arena de un circo romano.

La serie, en clara línea ascendente, ganará en calidad e interés con cada nuevo personaje que Claremont se saca de la chistera: Warlock, Magma y, sobre todo, Illyana aterrizarán para hacer de esta colección una de las más interesantes que se recuerdan. A partir de aquí las conspiraciones y los engaños serán la tónica habitual de los guiones y si a esto sumamos la siempre interesante presencia del Club Fuego Infernal, desde aquí podemos recomendar su lectura sin miedo a que la nostalgia nos vaya a chafar un rato de buena lectura y disfrute.