‘Marsupilami vol.1’, ecléctica antología

Por muy extraño que pueda parecer el encontrar un volumen del universo de Spirou y que no venga editado por Dibbuks, pensad por un momento que quién negoció los derechos de la adquisición del personaje para la editorial madrileña fue el por aquél entonces editor jefe Ricardo Esteban. Quizás lo que viene ahora sea más invención que realidad, pero no cuesta mucho pensar que a la Dibbuks actual no le interesara en exceso el presente volumen o que, si el trato con Dupuis era con Esteban, éste haya aprovechado su ventajosa posición para que, en su tercera hornada del año, ‘Marsupilami’ sea una de las apuestas fuertes de un proyecto, el de Nuevo Nueve, que, hasta ahora, no parece interesado en dejar de sorprendernos.

Así las cosas, este primer volumen de dos en los que se recopilan historias cortas protagonizadas en exclusiva por el fantástico animal creado por André Franquin en 1952 en ‘Spirou y los herederos’ —álbum contenido en el segundo de los integrales con los que Dibbuks está recogiendo toda la etapa del mítico artista—, ofrece visiones muy dispares acerca de tan bestia y cascarrabias criatura, dando completa libertad a los autores implicados para que la interpreten a placer y dejen volar su imaginación. Y en este sentido hay dos de las diez historias que, por salirse de la tónica y apostar por atreverse a hacer algo diferente, resultan claramente las más interesantes de un conjunto que, por su enorme eclecticismo, es la mar de entretenido y dicharachero.

La primera de ellas, firmada por Olivier Bocquet y Brice Cossu, los autores de ‘FRNCK’, apuesta por una aproximación de ciencia-ficción que homenajea directamente al universo de ‘Alien’ para, con una última viñeta, dejar claro que a quién pretendían rendir pleitesía era a alguien muy diferente. La segunda, la titulada ‘Orígenes’, con guión de Jérôme Hamon y dibujo de David Tako, es una rareza dentro del conjunto del álbum, y se dedica a indagar en un posible año cero de los marsupilamis convirtiendo a éstos en una suerte de raza guerrera enfrentada a los Lunna, un clan humano rival, por el control de unos portales interdimensionales. Más allá de ellos dos, lo que ofrece ‘Marsupilami’ se mueve entre lo interesante de las ocho páginas de Renaud Collin y lo endiabladamente entretenido y simpático de José Luis Munuera, configurándose un álbum que, huelga decir, no debería faltar en la tebeoteca de ningún «spiroumaníaco».