‘Marieta. Los recuerdos de Naneta vol.3’, entrañable, una vez más

Lo afirmé sin remisión hace pocos meses cuando comentaba, por primera vez en estas líneas, lo que la lectura de ‘Marieta. Los recuerdos de Naneta’ es capaz de provocar en el lector que a ella se acerque. Dicha cualidad no era otra que una enorme ternura hacia el relato que Nob lleva entretejiendo desde 2009, que Dib-buks comenzó a acercarnos a los lectores españoles hace ahora dos años y que con este tercer volumen (que vió la luz en 2012 en Francia) toca a su fin. Y antes de pasar a comentar lo que esta última entrega ofrece, que los seguidores de tan simpático personaje no teman y confíen en que Ricardo Esteban, en su eterna sapiencia editora (guiño) tenga a bien comenzar en breve la publicación de ‘Marieta’, el proyecto del que terminaron dimanando ‘Los recuerdos de Naneta’ y del que su autor ha publicado hasta la fecha seis álbumes (el último de ellos este mismo 2014).

Con la firme esperanza de que así sea, toca aquí no obstante despedirse de las andanzas y correrías de la pequeña Marieta, una niña curiosa que, obligada a vivir en un pequeño pueblo en mitad de la campiña con sus abuelos y su tía, comenzará a descubrir el mundo. Gracias al trazo candoroso, afable y tierno de Nob, entrar en contacto con la protagonista (por mucho que uno dejara atrás su niñez hace tres décadas) resulta tarea fácil, y una vez te has dejado atrapar por la aparente sencillez de la historia, rascar como adulto sobre su superficie y descubrir lecturas destinadas a los mayores del lugar habla mucho y muy bien de la doble elocuencia con la que el artista francés trata a su criatura. Elevándose pues como un producto asequible para los peques y muy recomendable para sus padres, ‘Marieta. Los recuerdos de Naneta’ es uno de esos tebeos que, sin ser magistrales, uno guardará siempre con inmenso cariño en su tebeoteca.