Por muy resabiados que podamos estar los lectores, que ya hemos aprendido a base de lecturas insulsas y emparejamientos absurdos que la mayor parte de los crossovers no son más que una excusa para vender ejemplares a porrillo sin que los autores tengan que estrujarse demasiado la sesera, a veces el cuerpo te pide asomarte a uno de esos encuentros multitudinarios en los que un buen puñado de héroes se curten el lomo con otros tantos supervillanos. Vale, sí, normalmente no cabe esperar nada más que eso: unas cuantas tortas a velocidad supersónica, unos cuantos intercambios de rayos mortíferos de plasma, y hala, los buenos vencen a los malos, cada uno se vuelve a su casa y todos tan amigos. Sin embargo, a veces no hace falta pedir más a un tebeo de superhéroes para que nos entretenga y, cuanto menos, nos haga disfrutar con el currazo que se ha pegado el dibujante de turno para llenar hasta el último rincón de cada viñeta con los más variopintos personajes surgidos del universo Marvel o, como en este caso, DC.
Esa es la mentalidad con la que conviene embarcarse en la lectura de ‘Maldad eterna’, ya que si bien no alcanza las dosis de emoción y profundidad de, qué sé yo, ‘Crisis de identidad’, por poner un ejemplo, sí nos asegura una dosis generosa de acción y momentos épicos. Por sus páginas desfila una cantidad ingente de personajes, con una peculiaridad: la gran mayoría son villanos. Estamos acostumbrados a acompañar a los héroes de turno en sus aventuras, pero esta vez, y con gran acierto, Geoff Johns y David Finch han decidido cederle el protagonismo a los malos de la historia. En especial a Lex Luthor, el personaje mejor caracterizado en este cómic —psicológicamente hablando—, que forma una inesperada alianza con personajes tan dispares como Bizarro, Capitán Frío, Manta Negra o incluso Batman, para combatir la nueva amenaza que se cierne sobre nuestro planeta.
La razón de que a Luthor le toque liarse la manta a la cabeza es que la JLA está fuera de combate, tras la llegada de un grupo de malhechores conocido como el Sindicato del Crimen de Tierra 3. Con esta premisa, asistimos a una lucha cruenta y dispar que se extiende a lo largo de siete números, cuya intensidad se resiente ligeramente hacia la mitad del tomo, pero que consigue mantener el tipo la mayoría del tiempo. En manos de otro guionista, el experimento podría haberse ido de las manos, ya que no es fácil manejar simultáneamente a tantos personajes, dejarle a cada uno su parcela de protagonismo y trazar con unas pocas pinceladas los rasgos esenciales de sus respectivos poderes y personalidades. Pero estamos hablando de Geoff Johns, uno de los mejores escritores que han pasado por DC en los últimos años, y uno de los pocos que consiguen dotar a sus cómics de un aire innovador sin perder la esencia de antaño. Por su parte, Finch se luce gracias a un puñado de splash-pages y escenas de acción que conforman el sustento principal de la trama, y aunque los escenarios no siempre estén tan trabajados como cabría esperar (con la excepción de esa magnífica panorámica de la Batcueva), su buen hacer a la hora de retratar a tantos personajes suple cualquier carencia. ‘Maldad eterna’ es épica superheroica en estado puro, sin aditivos ni pretensiones de ningún tipo, y como tal, solo hay que acercarse a sus páginas con el espíritu apropiado para pasar un buen rato con sus enérgicos combates.
Otra reseña en la Fancueva | ‘Maldad eterna’, Forever Johns
Maldad eterna
- Autores: Geoff Johns y David Finch
- Editorial: ECC Ediciones
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 240
- Precio: 23 euros