‘Los 3 frutos’, Zidrou, cuentista genial

Con la de veces que ya hemos hablado de él en estas líneas —y las que, considerando el frenético ritmo de producción que lleva, nos quedarán por hablar— que Zidrou es un habílisimo guionista capaz de enhebrar cualquier tipo de historias de esas que llegan a nuestros corazoncitos de forma directa es algo que ha quedado establecido de forma tan categórica que, prometido, esta entrada será la última en la que lo afirmemos. Que, derivado de esa extrema habilidad para imaginar relatos, el guionista francés tiene que ser un cuentacuentos de primera es un hecho que pudimos constatar, precisamente, en la maravillosa ‘El cuentacuentos’, y que ahora podemos volver a poner en valor con esta segunda colaboración entre el escritor y el dibujante español Oriol.

Considerando que la primera, ‘La piel del oso’, es uno de esos álbumes de los que sólo podría hablaros maravillas, mucho se tenían que torcer las cosas para que ‘Los 3 frutos’ se alejara, ya del inmenso nivel que cualquiera de los títulos firmados por Zidrou han ostentado hasta la fecha, ya de la perfecta comunión que el guionista conseguía —como le suele pasar en todos sus trabajos— con la personalísima labor de Oriol en aquella historia de redención y amor que era el volumen publicado por Norma hace casi tres años.

Es precisamente el trabajo del dibujante español el que llama poderosisimamente la atención ya desde la evocadora portada que encierra estas ochenta espléndidas páginas. Mucho más entregado a la experimentación con éstas que lo que podíamos ver hace tres años, el potente expresionismo que dimana de las planchas de ‘Los 3 frutos’ aúna poder de fascinación con poética visual y calidad narrativa para atrapar al lector irremisiblemente desde la primera a la última viñeta: bajo un espectacular tratamiento cromático, que juega —y de qué manera— con las sombras y la fusión entre figura y fondo, lo que Oriol pone en jaque en este trabajo viene a superar la apuesta con la que ya nos convenció en ‘La piel del oso’ augura, qué duda cabe, un futuro rubricado por la palabra éxito.

Un éxito que Zidrou ya conoce de forma íntima y que aquí vuelve a aflorar para respaldar un relato de arrebatadora poesía en el que el guionista se hace eco de las estructuras clásicas de los cuentos para acercarnos a la historia de un rey que, con la muerte pendiendo sobre él cual espada de Damocles, decide hacer un pacto con el diablo y sacrificar a sus tres hijos varones para obtener así la vida eterna. Lo mucho que tan cruel relato nos habla de esa faceta oscura de la naturaleza humana a la que muchos congéneres sucumben, se alterna con la singular delicadeza con la que el guionista trata el conjunto incluso en los momentos más escabrosos, encontrando siempre lugar para aportar notas líricas a la maldad que se encuentra en el trasfondo del cuento. Un cuento maravilloso que, quién sabe, quizás con el tiempo se convierta en una de esas narraciones populares que forma parte de la tradición oral y pasa de padres a hijos. ‘Los 3 frutos’ merece ese honor, y muchos más.