Hace dos o tres años, me agencié en Expocomic el tomo de Beg the Question editado por Fantagraphic Books. Una de esas apuestas a ciegas que resultan ser rotundos aciertos. La obra nos cuenta la historia de dos jóvenes que viven en Nueva York, Rob Hoffman y Sylvia Fanucci, un slice of life tragicómico poblado de personajes creíbles e interesantes, y rematado con unos diálogos chispeantes.
La primera versión de esta obra empezó a publicarse en 1995 bajo el título de Minimum Wage (que es con el que se ha quedado Dolmen para la edición española: Salario Mínimo), en una serie de 10 comic-books. Posteriormente, Fingerman la reestructuró aportándole un nuevo comienzo y un nuevo final, y haciendo cambios sustanciales en las páginas, como ocurre con el aspecto original del protagonista. Esta edición revisada es la que se publicó una década después como Beg the Question.
Rob es un dibujante que trabaja como free-lancer para diversas publicaciones, entre ellas la de porno rancio dirigida por un gordo vaquero que hace honor a su título: Pork. Hay curros mejores, sí, pero al menos le da para pagar sus facturas. Todo comienza cuando él y Sylvia deciden irse a vivir juntos, con todo lo que ello acarrea, pero esto no es más que la punta de un iceberg que nos mete de lleno en el día a día de la realidad neoyorquina. Y como todas las buenas historias, Beg the Question tiene un estupendo puñado de personajes secundarios ante los que no podrás evitar decir: ¡Eh, yo también conozco a un tío así!
En los dibujos de Fingerman, la caricatura y el realismo conviven sin problemas. El aspecto de los personajes no alcanza el histrionismo de otros cómics underground, pero nunca pierde la vena cómica que, pase lo que pase con ellos, siempre nos permite contemplarlos con una sonrisa afectuosa.
Pero lo que realmente hace especial a Beg the Question son sus diálogos. Fingerman demuestra tener un oído finísimo para retratar el habla coloquial de los personajes, cada cual con sus propias peculiaridades. Los bocadillos están llenos de expresiones a cual más llamativa, de citas televisivas y comiqueras, de muletillas, de ironías, en fin… De realidad pura y dura. Este es el punto más difícil para la edición española; es inevitable que muchos juegos de palabras y expresiones se pierdan o cambien por el camino, pero espero que el traductor se haya puesto las pilas para hacerle justicia al original.
El tomo editado por Dolmen tendrá 350 páginas y costará 25 euros. Si os gustan los cómics inteligentes y creíbles que reflejan sin omisiones ni evasivas la vida cotidiana, no os importará rascaros el bolsillo. Y ya que os animáis, también podéis echarle un ojo a Recess Pieces, la macarrada zombi con la que Fingerman debutó en Dark Horse.
Más información | Dolmen Editorial
Sitio del autor | Bob Fingerman
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