Tan manido por el abuso que hice de él durante el lustro a lo largo del que se prolongó la maniobra, repetir ahora, tres años después de que terminara, que fue muy, pero que muy poco lo que me gustó de las Nuevas 52, sería sacar a relucir, de nuevo, las viejas heridas que dejó un experimento con clara fecha de caducidad desde su inicio: intento desesperado por parte de DC de captar nuevos lectores reiniciando la totalidad de su vasta cosmología, y no abriendo una versión paralela de la realidad como había hecho la competencia con el Universo Ultimate, las Nuevas 52 echaban mano de un mega acontecimiento que por una vez no respondía al esquema de «voy-a-cambiarlo-todo-para-dejarlo-todo-igual» y que, con ‘Flashpoint’ por título, llevaba a cabo una suerte de tabula rasa —que después se descubrió parcial— para comenzar desde «cero» con la práctica totalidad del Universo DC.
Nótese el entrecomillado en el «cero» dado que, como bien demostró la mejor cabecera que salió de aquel desaguisado —el soberbio, el superlativo ‘Batman’ de Snyder y Capullo— ese contar de nuevo los inicios de los héroes no fue extensible a todas las series que conformaron la propuesta de DC, algo que, por otra parte, echaba por tierra la veracidad de la «arriesgada» maniobra y parecía dejar al descubierto, de manera muy temprana, la desconfianza en un experimento que, afortunadamente, terminó dando paso al más que celebrado ‘Rebirth’.
Como quiera que mi acercamiento a las Nuevas 52 fue, como mucho, discreto —sólo tres fueron las colecciones que leí de principio a fin, y dos más las que disfruté de manera parcial—, no entró en mis planes lectores de entonces esta ‘Liga de la Justicia Oscura’ de la que hoy os traemos el integral publicado por ECC. Y si ahora lo ha hecho, si después de tanto tiempo me he decidido a darle una oportunidad en retrospectiva a la serie comandada por Peter Milligan, Jeff Lemire o Ray Fawkes, entre otros, ha sido debido a una razón que nada tiene que ver con el interés tardío que hubiera podido despertar el volumen, sino al actual con el que sigo mes a mes la ‘Justice League Dark’ que, en las habílisimas manos de James Tynion IV y Álvaro Martínez Bueno —del que hablábamos anteayer—, está dejándome alucinado cada treinta días.
Queriendo averiguar —llamémoslo «morbosidad comiquera»— si algo de lo que ese alumno muy aventajado de Snyder que es Tynion está desarrollando en la nueva cabecera provenía de su directa predecesora, he de confesar para empezar que ‘Liga de la Justicia Oscura’ me ha sorprendido…gratamente. ¿Responsables? Muchos. Desde, obviamente, unos equipos de guionistas que no tienen reparos en enfrentar a los dispares miembros de la alineación mágica del Universo DC contra posesiones, demonios determinados a causar el apocalipsis u hordas de vampiros; pasando por lo acertado de la elección de dichos miembros con Zatanna a la cabeza y, sobre todo, por los dos nombres que, al frente del apartado gráfico, elevan sobremanera la categoría de lo que aquí cabe encontrarse.
Ahorrándome el precisar lo que Andrea Sorrentino desarrolla aquí, a sabiendas de que tarde o temprano hablaremos de él cuando aparezca por estas latitudes la más que necesaria edición en castellano de ‘Gideon Falls’, centraré mis esfuerzos en alabar hasta la saciedad el trabajo de nuestro Mikel Janín: serie que sirvió al navarro para cimentar una fama que después explotaría con autoridad en ‘Grayson’, lo que aquí encontramos cada vez que la autoría de las páginas es suya, es de un nivel asombroso que, siempre inquieto, dedica muchos esfuerzos a experimentar con la composición de la página, sobre todo en unas dobles como la que os hemos incluido arriba que dejan muy claro del «sobrenatural» talento de Janín para ir un paso más allá de lo común.
El resto de dibujantes, aún llevando a cabo un trabajo eficaz, no puede medirse con lo titánico de Janín o lo asombroso de Sorrentino, y aunque no sirva para empañar la sensación final que deja un volumen que no parece que cuente con otros nombres salvo los de ellos dos, sí que se echa en falta de manera puntual esa compacidad que hubiera aportado un único artista. De todas formas, es un mal menor en comparación con un conjunto que, insisto, sorprenderá a los que, como servidor, decidieron no acercarse a casi nada de las Nuevas 52 ni con un palo y servirá, intención inicial personal, para cimentar algo más lo que en estos días leemos en una espléndida cabecera que esperamos poder traeros en breve.
Liga de la Justicia Oscura. Integral
- Autores: VVAA
- Editorial: ECC Ediciones
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 576 páginas
- Precio: 44,17 euros en