‘Liga de la Justicia de América. El clavo’, un gran Otros Mundos

Perdamos de partida algo de la (¿poca o mucha?) credibilidad que me quede como «reseñador» de cómics: incontables han sido las veces que, desde que fue publicada en tres prestigios por DC allá por 1998, habré llegado a leerme esta espléndida historia de Otros Mundos que es ‘Liga de la Justicia de América. El clavo’. Por aquél entonces el coleccionista incipiente que servidor comenzaba a ser había descubierto los infinitos mundos del Previews, y poder acceder al mismo tiempo que en Estados Unidos a lo que se publicaba del que era mi dibujante favorito en aquellos lejanos momentos se configuraba como una oportunidad que abrió esta nuestra afición a todo un nuevo abanico de posibilidades.

Después de ‘El clavo’ llegaría el ir a la caza y captura en Milehighcomics de todo aquello del insigne Alan Davis que aún no descansaba cómodamente instalado en mis estanterías, pero esta miniserie fue aquella que dió pistoletazo de salida a mi desaforada filia por el artista británico.

Y aunque incontables hayan sido sus lecturas, brindar la excusa perfecta para volver a acercarme a sus páginas es algo que no podré agradecerle lo suficiente a ECC: recogidos en un único volumen (exactamente igual al TPB que publicara DC al año siguiente de su edición unitaria) las aventuras de la Liga en un universo en el que Superman nunca llegó a manos de los Kent por «culpa de un clavo» no han perdido un ápice de su frescura.

Es incuestionable que si nos referimos al dibujo (y sin caer en eso de que «Davis dibuja tan bien que ya no sorprende» que siempre afirma mi compañero Mario) las viñetas que conforman este volumen son de las mejores que han salido de los lápices del artista y las tintas de su inseparable Mark Farmer, mereciendo especial mención las espectaculares splash-pages que en cada uno de los tres números son dedicadas a uno de los miembros de la Liga (atención a la de Batman, impagable).

Estrenado en las lides de la escritura a principios de los noventa con ‘Lobezno: sed de sangre’, y fogueado en las mismas con su ‘ClanDestine’ (del que esperamos volver a ver aventuras en algún momento de un futuro no muy lejano), Davis llega a ‘El clavo’ con los suficientes mecanismos como para montar un reloj que funciona de forma precisa. Vale que, como casi todos los Otros Mundos, no sea un alarde de originalidad y uno pueda predecir, con mayor o menor error, por dónde van a ir los derroteros de la historia, pero ello no quita para disfrutar la misma como lo que es: un entretenimiento de primer orden que se lee en un suspiro y que se conforma por méritos propios como uno de los mejores relatos que han tenido a la Liga de la Justicia como protagonista. Y eso es decir mucho.