Además de verlos volar y enfrentarse a enemigos chungos, lo que nos gusta a los lectores de superhéroes es ver su faceta humana. Conocer sus debilidades, sus pasiones, sus miedos… En fin, saber que tras esos pijamas chillones existe alguien con quien podamos identificarnos. Pues bien, entre todas estas cosas, algo que ha caracterizado siempre al ser humano son las creencias religiosas, por lo que no es de extrañar que los supes también tengan las suyas propias.
No es que la religión sea un tema especialmente tratado en esta clase de cómics. De hecho, al igual que por ejemplo las posturas ideológicas, las creencias personales son un tema demasiado peliagudo como para hablar de ellas en un mainstream que dentro de lo posible siempre trata de ser políticamente correcto. Aún así, es posible rastrearlas en sus páginas, y eso es lo que ha hecho la gente de Adherents.com, que han preparado una serie de artículos destinados a comentar las creencias religiosas de los héroes del cómic.
La lista recoge desde personajes muy importantes hasta otros meramente secundarios, pertenecientes a las principales editoriales yanquis. Cada uno de ellos cuenta con un texto en el que se explica con ejemplos extraídos de los cómics por qué consideran que tal o cual personaje está adscrito a una determinada corriente. Así, por ejemplo, consideran que Spiderman es protestante, a pesar de su veneración por la ciencia o de que no se deje caer demasiado por la iglesia. Para ilustrar esta opinión, acuden sobre todo a la etapa de Straczynski, que potenció la vertiente espiritual del personaje, que habla con Dios en ciertas ocasiones, sobre todo cuando el mundo se le viene encima.
Por su parte, La Cosa está adscrito al judaísmo, aunque esto no se explicó oficialmente en ningún cómic hasta la historia ‘Remembrances of Things Past’, publicada en 2002. Desde que lo crearon, Lee y Kirby tenían claro que esa debía ser su orientación religiosa (su nombre, Benjamin Jacob Grimm, ya daba algunas pistas), pero los tabúes de la época no habían permitido airearla demasiado. Ben no es un practicante ortodoxo que acuda habitualmente a la sinagoga, pero sí cumple a veces con sus oraciones.
Superman, el superhéroe por excelencia, creció con influencias del protestantismo y el metodismo, inculcadas principalmente a través de su madre en la Tierra, Martha Kent. No obstante, Clark le confesó una vez a Lois (en ‘Action Comics #849) que dejó de asistir a la Iglesia cuando sus sentidos empezaron a desarrollarse, ya que era capaz de conocer las vidas, los problemas y las mentiras de la gente, y no quería perder la fe en las personas.
El caso de Batman resulta más complicado. Lo consideran como un cruce entre católico y episcopaliano, aunque realmente es difícil encontrar rastros de motivaciones religiosas en la mente calculadora y atormentada del Caballero Oscuro. Hay dispersas por los cómics algunas referencias a su infancia en las que se trata la formación religiosa inculcada por su familia; y también, aunque esto es más curiosidad que otra cosa, cuando Tim Drake viaja al futuro y visita la tumba de Bruce Wayne en el nº 18 de ‘Teen Titans’, la lápida representa una cruz católica. Por su parte, el segundo Robin también fue enterrado en una tumba similar.
Estos son sólo algunos ejemplos (bastante resumiditos) de las teorías lanzadas en torno a las creencias de los superhéroes. A mí no es que me preocupe demasiado, pero cierto es que la lectura de estos artículos me despertó la curiosidad y sin duda logran potenciar la sensación de que estos personajes son más de carne y hueso de lo que pensamos.
Otros personajes que también aparecen en esta recopilación son Daredevil (católico), Booster Gold (ateo), Magneto (judío), Veneno (católico), y el más divertido de todos: el Joker, que según esta lista su religión consiste en ser el archienemigo de Batman. Bueno, en esta sí que han acertado de pleno.
La fuente original también contiene algunas cosas un tanto incomprensibles como que en el apartado de religiones se incluya el hippismo y el comunismo, que por muchos fanáticos que pudieran tener, no veo que cuadren mucho dentro de esta clasificación. Lo que sí hay que reconocerles es que el trabajo de documentación en general es bastante concienzudo, prueba de que los tebeos pijameros soportan tantas lecturas distintas como lectores se acerquen a ellos.
Vía | Adherents
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