‘La liga de los jinetes’, entretenido western pijamero

Pese a que el western no sea un género tan cultivado como hace unas décadas, su influencia sigue patente en multitud de creaciones contemporáneas. Hay muchos ejemplos de cineastas —como Eastwood, Tarantino o los Coen— que de vez en cuando han recurrido a sus códigos para homenajeadrlos, reinventarlos o actualizarlos. Más interesante resulta aún cuando la esencia del western se fusiona con otros géneros para dar lugar a híbridos de lo más interesantes: si lo mezclas con el space opera, te sale ‘Firefly’; si le metes unas cuantas criaturas sobrenaturales, te sale el primer tramo de ‘American Vampire’; si lo sazonas con un puntito de mitología y de terror, te sale ‘Pretty Deadly’; y si lo mezclas con los superhéroes, el resultado es ‘La Liga de los jinetes’.

Chuck Dixon y J. H. Williams III unieron fuerzas para crear esta historia enmarcada dentro de la línea Otros Mundos. El resultado es un western con una atmósfera crepuscular —gracias, sobre todo, al dominio de Williams con los juegos de luces y sombras— con guiños continuos al Universo DC, empezando por la protagonista. La sheriff Diana Prince no es otra que un trasunto de la Wonder Woman de toda la vida, que en esta ocasión forma pareja con Kid Flash para tratar de meter a dos metros bajo tierra al maloso de turno. No son estos los únicos personajes DeCeros que veremos por estas páginas en su versión far west, pero ya queda en manos de cada lector ir descubriéndolos poco a poco durante la lectura.

Como todo western que se precie, el momento álgido de la historia llega con un duelo al sol. Y de los buenos, ¿eh?, nada de medias tintas: un duelo a muerte y a lo largo y ancho de un pueblo entero. Así, la secuencia final se convierte en el mayor atractivo de este volumen, con un acabado gráfico impecable gracias a la labor de Williams, que enriquece muchísimo las páginas con una serie de adornos e iconos que decoran los bordes de las viñetas. Gracias a Williams, este cómic adquiere una personalidad mucho mayor que si hubiera caído en manos de algún dibujante menos detallista. Lo mismo ocurre con el guión, que sin pretensión alguna se convierte en una historia divertida, dinámica y satisfactoria, que solo aqueja de cierto bajón en el ritmo hacia la mitad del volumen. Más western que tebeo pijamero, ‘La liga de los jinetes’ es una interesante aportación a la línea Otros Mundos.