‘La Instantánea’, línea directa con la muerte

Hay autores que cada vez que se juntan para firmar un nuevo trabajo parecen tocados por una varita mágica. La misma aventura en otras manos menos capaces obtendrían un resultado bastante distinto y la obra en cuestión podría pasar totalmente desapercibida en las pobladas estanterías de las librerías especializadas. Tal es el caso de la pareja formada por Andy Diggle y Jock, autores que tras firmar aquel tebeo animado que fue ‘Los Perdedores‘ siempre consiguen captar la atención de los aficionados.

Su estilo cinematográfico y su narrativa trepidante, mezclado con la camadería de bar que tan bien se maneja en el sello Vertigo, hizo de la mencionada Los Perdedores toda una obra de referencia a la hora de facturar tebeos con un nivel de chulería desmesurado. Los guiones de Diggle siempre se han caracterizado por no dar un minuto de respiro al lector y las páginas de Jock son de un diseño arriesgado e imposible que le da al comic un estilo característico y fácilmente reconocible.

Para ‘La Instantánea‘ el tándem de autores repiten esquemas y algo de temática. Jake Dobson es uno de esos típicos frikis que trabaja en una tienda de comics en San Francisco. Su aburrida vida entre tebeos se verá alterada cuando encuentra un móvil tirado en la calle con la peculiaridad de estar lleno de fotografías de gente asesinada. Casi sin darse cuenta, tendrá tras de sí a un sicario que querrá recuperar su teléfono y a Jake fuera de circulación. A primera vista, la historia planteada tiene todos los ingredientes para convertirse en otro éxito marca de la casa.

Resulta todo un acierto, ya que al tono de la obra le viene de perlas, el publicar La Instantánea en riguroso blanco y negro. Una decisión que, tras ver los resultados, no hace más que aumentar la calidad de la serie imprimiendo mayor espectacularidad e impacto a las sobresalientes ilustraciones de un Jock desatado. Lo que en principio, y de manera equivocada, podría parecer una obra menor, no hace más que confirmar el buen hacer de los autores que, ya sea juntos o por separado, han firmado algunos de los trabajos más recordados de la historia reciente del comic y en este último no iban a ser menos.