‘La Imposible Patrulla-X v.5: Contra S.H.I.E.L.D’, variedad…incontenible variedad

Como quiera que he sido siempre de los que se han situado del lado de Brian Michael Bendis cada vez que he leído alguno de los indiscriminados ataques que le han llovido al guionista a lo largo de los últimos lustros, será raro que alguna vez me podáis coger en un «renuncio» acerca de las capacidades del guionista, de su forma de entender el noveno arte y de lo que, a uno u otro lado del mainstream, ya en Marvel, ya en DC, nos ha ido ofreciendo durante algo más de dos décadas en las que, por ejemplo —y esto es algo que he llegado a afirmar hasta la saciedad y seguiré afirmando cada vez que tenga oportunidad— nos legó la mejor versión de Spider-Man que se ha visto en cualquier medio hasta el momento.

Así las cosas, queda claro que, por mucho que mis filias se alejen a galope tendido del mundo mutante, principalmente por razones de agotamiento, no tuve reparos en dar buena cuenta de toda la huella que Bendis dejó en el universo de los homo superior, incluso si ese todo pasaba por estos ‘Uncanny X-Men’ que, en lo personal, llegaron a convencerme muchísimo menos que la magnífica ‘All New X-Men’, tanto en lo que al escritor compete como, sobre todo, a lo que la valoración comparativa con los artistas que la hollaron se refiere; porque, por muy agradable que pueda resultar el trazo de Chris Bachalo, no puede compararse con el de Stuart Immonen y por muy buenos que sean los dos ejemplares que Andrea Sorrentino dibuja con su habitual genio, no pueden compararse con la magnificencia de Stuart Immonen —¿os he dicho que uno de mis artistas favoritos de este siglo es Stuart Immonen? ¿No? Pues ya lo sabéis.

Dibujantes al margen, si hay una virtud primordial de la que los números incluidos en este quinto volumen dedicado a los mutantes de Bendis hace gala esa es una extrema variedad. Tal calibre ostenta dicha virtud que, por orden, y sin desvelar nada de cómo discurre la trama, tenemos un primer ejemplar que sigue a una de las nuevas incorporaciones a la particular escuela de Cíclope mientras intenta salir airoso de una prueba de campo; a las chicas yendo de compras —y metiéndose, obviamente, en un lío considerable; a Magneto averiguando ciertos resortes que servirán de cimientos para el enfrentamiento de los mutantes con S.H.I.E.L.D; a los jóvenes e imberbes integrantes de la escuela de Cíclope puestos por éste a prueba en la Tierra Salvaje; a —y aquí Bendis toca techo en la dupla que dibuja Sorrentino— Eve Bell, una de las invenciones del guionista, viajando en el tiempo y en el espacio y, tras un número algo transitorio, la liza entre las fuerzas de Scott Summers y las de la organización dirigida por la agente Hill. Todo un rosario plagado de los diálogos marca de la casa que, al menos a mi entender, no arroja duda alguna acerca de lo mejor que siempre ha sabido hacer Bendis: aportar tanto movimiento a sus cómics que lo último que pueda decirse de ellos es que son aburridos. ‘Nuff said!!!!