Jack Herriman es un joven detective privado que, a través de un conocido que trabaja en la policía, recibe el encargo de encontrar a una chica desaparecida en San Francisco. Al parecer, la joven estaba en contacto con una comunidad hippy, a la manera de las que se formaron durante los años 60, y ese será el primer lugar por el que empezará a tirar del hilo de una madeja peligrosa y muy enmarañada. A pesar de su juventud, Jack vive atormentado por diversos sucesos de su pasado con los que, como no podía ser de otra manera, tendrá que rendir cuentas a lo largo de la investigación.
Este personaje creado por Ed Brubaker responde al arquetipo de detective privado que configuraron las obras de Hammett y Chandler, pero con sus propias peculiaridades. Empecemos primero con los puntos comunes. Jack es el típico detective con una visión pesimista de la vida, cínico en sus conversaciones, y con una gran habilidad para meterse en todos los líos posibles hasta llegar al fondo de un crimen sin resolver. Pero al mismo tiempo también es una persona insegura, tal vez por su juventud o por las heridas del pasado. Además, su poca fortaleza física no le permite hacer uso de la violencia o de la extorsión para conseguir la información que necesita. Esto le obliga a afilar su ingenio, aumentando el interés de la trama.
También es destacable que Jack viva con su tío Knut Herriman, un célebre fotógrafo de crímenes que posee una galería en la ciudad, encima de la cual se localiza la oficina de nuestro protagonista. Esto le permite colarse en las escenas de los crímenes para encontrar las pruebas que el resto de fuerzas de la ley hayan pasado por alto.
Junto con su protagonista, ‘La escena del crimen’ destaca por tener un guión sólido, intrigante y aderezado con buenos diálogos. Es decir, los ingredientes indispensables para crear una buena historia de serie negra. A ello hay que sumar los conflictos de los personajes secundarios: las decisiones equivocadas de la familia de Maggie Jordan, la chica desaparecida; el gurú de la comuna hippy; Steve, el amigo de Jack, que sí cumple con el arquetipo de detective duro al uso… Todos ellos personajes creíbles y complejos, capaces de despertar nuestros odios y simpatías, de forma que nos impliquemos más en la lectura.
Este cómic arrancó como una miniserie de cuatro números, titulada ‘A Little Piece of Goodnight’, que estaba pensada para ser el preludio de una serie regular que desgraciadamente no llegó a ver la luz. Una pena, porque aunque Bru ata todos los cabos abiertos en esta historia, el personaje de Jack habría dado para mucho más. Como no creo que esté entre sus planes continuar la serie, no nos queda más remedio que buscar consuelo entre sus obras posteriores.
‘La escena del crimen’ fue publicada por Norma en dos prestigios que ahora mismo están descatalogados (aunque no debería ser demasiado difícil encontrarlos en librerías de segunda mano). Ahora que es Planeta la encargada de traer las referencias de Vertigo a nuestro país, no estaría de más que rescataran esta joyita en un tomo.
Los autores
Ed Brubaker es uno de los mejores guionistas del cómic americano actual, y una apuesta segura para todos los que amamos el género negro. Su obra maestra en este campo es sin duda ‘Criminal’, en la que cuenta con el dibujante Sean Phillips, que se encargó de entintar tres de los cuatro números de ‘La escena del crimen’. De hecho, de no ser porque ya he hablado de ella en otras ocasiones, la habría incluido también en este especial.
Otro de los logros de Brubaker ha sido su capacidad para incluir elementos propios del género negro en los cómics de superhéroes: atmósferas oscuras y agobiantes, grandes conflictos internos entre los personajes, generosas dosis de violencia… Entre estas obras destaca su etapa en Daredevil, que ya sólo por su arranque (Matt Murdock entrando en la trena) te deja clavado al sillón de lectura; ‘Gotham Central’, en la que vuelve a contar con los lápices de Michael Lark para relatarnos las peripecias de la policía de Gotham al margen del Caballero Oscuro; su etapa en Catwoman, en la que la convierte en una heroína de los barrios bajos; e ‘Incognito’, recientemente publicada en nuestro país, con un antiguo villano como protagonista, acogido ahora al programa de protección de testigos.
Por su parte, Michael Lark siempre se ha movido por los derroteros del pijamismo, y por sus lápices han pasado algunos de los héroes más famosos: Batman, Superman, El Capi… Pero cuando le dan la oportunidad de ilustrar historias salidas de la vida real, es cuando da lo mejor de sí. En ‘La escena del crimen’, Lark destaca por su forma de iluminar las escenas y por su capacidad para reflejar la frialdad y la angustia propias del género en los rostros de los personajes.
Estas características son comunes en otro de sus grandes trabajos, ‘Gotham Central’. Por último, su paso por Daredevil, también en compañía de Bru, ha supuesto su confirmación como un dibujante a seguir en los próximos años.
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1 comentario en «‘La escena del crimen’, de Ed Brubaker y Michael Lark [Diez Negritos]»
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