Lectura breve —brevísima— que tarda poco más de tres minutos en llevarse a cabo, ‘Julia y la casa de las criaturas perdidas’ es una de esas obras llenas de candor que, elaboradas con un mimo y un cariño extremo, suponen el punto de introducción idónea al mundo de la narrativa secuencial para esas criaturitas ruidosas que nos alegran la existencia día a día y que, si uno es amante de los cómics hasta la médula, queremos que sirvan de lienzo sobre el que poder perpetuar esta maravillosa obsesión que son los cómics: con poco texto y unas ilustraciones maravillosas llenas de imaginación y con claras influencias del mundo de la animación —que ora son a toda página, ora sólo ocupan una pequeña viñeta en una esquina—, las treinta y dos planchas que conforman este pequeño relato imaginado por Ben Hatke sobre una resolutiva niña cuya casa sirve de alojo para todo tipo de monstruos a cada cual más peculiar es, además, vehículo perfecto para apoyar las enseñanzas sobre tolerancia y aceptación del otro que tan pervertidas se hayan en esta sociedad actual en la que se permite el acceso al poder a individuos que nunca han conocido la palabra respeto. Así que ya sabéis, si vuestros hijos no se han iniciado a la lectura y queréis tener a mano un cuento que contarle cada noche; si son de los que están en proceso de aprender a descifrar el contenido de las palabras unidas en frases y queréis poner a su disposición algo que podrían acometer sin problemas o, por supuesto, si son ya lectores ávidos y no os apetece que se olviden de lo bonita que es la fantasía y lo mucho que hay que cultivar siempre la imaginación…sea cual sea vuestra situación, en ‘Julia y la casa de las criaturas perdidas’ encontraréis un libro con el que estimular en los peques el gusto por algo que —palabra de docente— escasea hoy en día: leer por el placer de leer.
Julia y la casa de las criaturas perdidas
- Autores: Ben Hatke
- Editorial: Norma
- Encuadernación: Cartoné apaisado
- Páginas: 36 páginas
- Precio: 15,68 euros en