‘Historias del Barrio. Edición Integral’, una mirada al pasado

Astiberri se suma a la moda de unificar varios álbumes en un solo volumen y nos sorprende con este integral de una de las obras patrias más deliciosas que hemos podido degustar en los últimos años. ‘Historias del Barrio. Edición Integral’ aúna las dos entregas que aparecieron en 2011 y en 2014 respectivamente, una maniobra inteligente y necesaria para darle un merecido “empujón” al trabajo de Gabi Beltrán y Bartolomé Seguí. Un proyecto que llegaba a las estanterías de las librerías meses después de la consecución del Premio Ciutat de Palma y que creaba bastante expectación entre los aficionados a este tipo de historias.

Su estructura de capítulos, más o menos cortos, da bastante juego a la hora de recoger diversas anécdotas que el guionista recupera de su pasado. Con un marcado corte autobiográfico, vamos a darnos un paseo por el barrio en el que Beltrán pasó gran parte de su infancia y juventud, con la compañía de sus amigos asistiremos a los juegos de niños, sus primeros trabajos, coqueteos con la delincuencia y las drogas, o el despertar sexual que todo adolescente sufre llegado a cierta edad. Pequeñas piezas que, poco a poco, van creando una imagen más grande, un retrato lleno de realidad que, cuando se termina, muestran una imagen bastante clara de esa época.

Cuando apareció la secuela de la primera entrega, ‘Historias del Barrio: Caminos’, fueron muchas las dudas que surgieron entre los “entendidos”. Las obras de estas características no siempre aguantan bien una coda, entonces, ¿por qué arriesgarse a continuar un tebeo que era redondo? Bien, una vez devorada la segunda parte, esas dudas desaparecen de un plumazo, y esto ocurre gracias al inmenso talento de ambos autores. Imprimen una pausa y una dulzura a estas nuevas historias que, lejos de buscar la lágrima fácil, nos muestran retazos del día a día de una vida que bien podría tratarse de las nuestras.

Muchas han sido las obras que han tenido como punto de partida la misma premisa que estas Historias del Barrio pero muchas han sido las que han fracasado en el intento de llegar hasta el corazón del lector. Lejos de caer en un ejercicio de “ombligocentrismo”, el trabajo de Seguí y Beltrán perdurará como uno de los tebeos más honestos y sentidos que se hayan publicado en nuestro país, y gracias a esta nueva edición que Astiberri acaba de poner en circulación, la ocasión se muestra inmejorable para hacerse con él. Solo queda preguntarnos una última cosa, ¿tendremos más historias en el futuro? La filosofía de la obra lo permite, ¿y los autores? El tiempo lo dirá.
[Grade — 9.00]