Haciendo de la exageración recurso estilístico a lo largo de las cortas historias que conforman este volumen de pequeño tamaño, Delisle nos acerca a la vida del progenitor, una existencia plagada de preguntas constantes, respuestas surrealistas y actitudes impropias de alguien que quiere dar ejemplo a sus vástagos.
Esas eran algunas de las líneas que servidor dedicaba, hace algo más de un año, al primer volumen de ‘Guía del mal padre’, la obra con la que Guy Delisle se apartaba momentáneamente de las crónicas que le han hecho mundialmente conocido en el universo del noveno arte para acercarnos sus hilarantes experiencias como padre. Unas experiencias que, por mucho que hagan uso, como decía entonces, de la mayor de las exageraciones, no están exentas —por supuesto— de unos visos de realidad que las hacen aún más divertidas, por cuanto la forma en la que el autor tiene de describir a sus hijos se acerca de forma íntima a cómo suelen ser los niños en la vida real.
Desde los trucos rastreros que podemos llegar a utilizar los progenitores para ganarnos una momentánea explosión de cariño por parte de nuestras criaturitas, hasta esos momentos en los que sabemos que van a pasarlo mal y no somos capaces de reaccionar, pasando por todos aquellos en los que no podemos dejar de lado ese YO que éramos antes de que irrumpieran en nuestras vidas unas personitas que no entienden de privacidad ni de instantes de «calidad» para uno sólo, todo eso queda recogido en unas páginas que arrancarán risas seguras al lector «normal» y que, a los padres que a ellas se acerquen desternillarán hasta decir basta.
Guía del mal padre 2
- Autores: Guy Delisle
- Editorial: Astiberri
- Encuadernación: Rústica con solapas
- Páginas:192 páginas
- Precio: 12 euros