Hablábamos de él hace escasos días, y hoy volvemos a tener a Jim Starlin como protagonista debido a la sabia decisión de Panini de dedicar muchos de sus desvelos editoriales de este primer tramo de año a que el nombre del guionista, asociado de manera íntima como ya está a la vertiente más cósmica del Universo Marvel, quede fijado en los lectores como uno de los actores que mayor relevancia han tenido desde las viñetas en ese hito cinematográfico que suponemos será ‘Vengadores: Infinity War’. Y para ello, al margen de recuperar en la colección que lleva su nombre —esa de la que ya opinábamos aquí— la trilogía del infinito, nada mejor que ofrecernos esta colaboración con el gran Alan Davis que es la novela gráfica de ‘Guardianes de la Galaxia. Madre Entropía’.
Dibujante que fue, durante muchos lustros, el que servidor nombraba sin que le temblara el pulso como su favorito, en virtud, sobre todo, de sus trabajos en ‘Excalibur’, ‘El Clavo’ y ‘Clandestine’, Alan Davis dejó tiempo ha de sorprenderme. Como dice mi compañero Mario cada vez que el británico sale a colación en una de nuestras interminables charlas sobre tebeos: ‘(Alan) Davis lleva dibujando igual desde la guardería’. Un comentario que, enhebrado con la ironía que tan bien caracteriza a mi buen amigo, deja ver una verdad incuestionable que, quizás, sea la que se encuentre en que, aún gustándome, lo mejor que se pueda decir hoy por hoy de un nuevo cómic firmado por Davis es que «es más de lo mismo». No hay connotaciones peyorativas en dicha afirmación, ni mucho menos, pero sí cierto pesar a que el que fuera mi objeto absoluto de adoración años atrás, se haya estancado en fórmulas narrativas tan agradables como usuales.
Sin nada que poder aducir con respecto a la funcionalidad de éstas o a su innata capacidad para que todo parezca natural y fluido en lo que a los personajes, sus expresiones y anatomía se refiere, es la historia que Jim Starlin imagina aquí la que nos deja algo patidifusos. No porque sea de complicada aprehensión o porque, como sí pasa en algún que otro punto de su producción, las disquisiciones metafísicas hagan imposible el discernimiento de lo que el guionista quiere contarnos, sino porque la mezcla del personaje que da nombre a la novela gráfica con la personalidad del grupo que lo protagoniza, da como resultado un conjunto algo descompensado: intentando capturar el humor que ha caracterizado en la gran pantalla a los héroes comandados por Star Lord, es el encuentro con esa componente cósmico-filósofica que dimana de la Madre Entropía la que comienza a dar señales de mal engranaje de las piezas que articulan el guión. Sí, entretiene. Y sí, la lectura se pasa en un suspiro. Pero al final todo queda como un divertimento condenadamente bien dibujado carente de intención alguna. De acuerdo, no estamos hablando de un ensayo sesudo sobre la condición humana en la escala universal llamado a la honda reflexión, pero quizás hubiera sido de agradecer algo más de calado en el inane poso final que nos deja ‘Guardianes de la Galaxia. Madre Entropía’.
Guardianes de la Galaxia. Madre Entropía
- Autores: Jim Starlin & Alan Davis
- Editorial: Panini
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 112 páginas
- Precio: 14,25 euros en