‘Green Arrow de Brad Meltzer’, hay vida después de Kevin Smith. Mucha vida

No se ha hecho esperar demasiado la continuación del integral firmado por Kevin Smith que ECC Ediciones publicara el pasado año. Aquellos episodios escritos por el cineasta crearon un revuelo bastante importante cuando aparecieron por primera vez, la empresa no era nada fácil ya que el personaje estaba completamente muerto (nunca mejor dicho) y el interés de los aficionados había ido en descenso. Tras esa primera tanda de episodios en los que Smith realizaba un esplendido trabajo, le tocaba el turno a su relevo. ¿Estaría a la altura?

El elegido sería un novelista de renombre, un escritor de “best-sellers” legales cuyo estilo se adaptaría a la perfección al particular universo de Oliver Queen y es precisamente esta etapa la que se recopila en su integridad en ‘Green Arrow de Brad Meltzer’. Seis entregas, no le hicieron falta más, para que con el ya clásico arco argumental “La Búsqueda del Arquero”, consiguiera llamar la atención del respetable y demostrar a todo aquel que dudara de su capacidad para escribir tebeos de superhéroes, el gran conocimiento del medio que atesoraba en sus neuronas.

Un relato que se apoya sobremanera en el pasado del personaje, de hecho, el comienzo de Oliver con Superman junto a su tumba es toda una declaración de principios. Esto llevara al arquero esmeralda a hacerse algunas preguntas y se planteará el recuperar el tiempo perdido a base de un viaje bastante esclarecedor. Seguirá pistas que le conducirán hasta misteriosos personajes, habrá combates con enemigos tan poderosos como Solomon Grundy, todo ello acompañado por Arsenal, un Roy Harper que se convertirá en el contrapunto perfecto para el impetuoso Queen.

El guión de Meltzer es pura magia para los aficionados del personaje, se sumerge en las entrañas de Green Arrow y, tirando de nostalgia, se gana a cada uno de los lectores. Una mezcla tan particular de acción y comedia debía contar con un dibujante que supiera captar el tono de la historia, ese era sin lugar a dudas Phil Hester, uno de esos currantes del pincel que no cuenta en su haber con ninguna obra maestra pero que siempre firma trabajos más que correctos. La lectura del volumen es una auténtica gozada para todo aquel que decida darle una oportunidad, unos tebeos “pre Nuevas 52” que tenían una magia especial. Esperemos poder disfrutar de esa sensación otra vez.
[Grade — 9.50]