Elevándose casi a la misma altura, las ganas que le tenía a una lectura que llevaba años queriendo hacer se unieron a la sonora decepción que me lleve toda vez Norma publicó su integral allá por finales de 2013 para convertir a ‘La búsqueda del pájaro del tiempo’ en uno de esos cómics que uno nunca cree que podría llegar a calificar en las formas en las que terminé haciendo. Con semejante precedente, podréis imaginar que la aproximación a ‘Garra Blanca’, considerando sobre todo que la mayor falla que le encontré a la citada ‘La búsqueda…’ provenía del guión, fue cuanto menos cauta, no dejándome llevar en ningún momento por lo muy atractivo que me había resultado a priori el dibujo de Olivier Taduc a la hora de dar rienda suelta a lo que iba a esperar de esta historia de fantasía.
Desarrollada en el mundo imaginario de Suhiman —que mezcla dragones con unos humanos que parecen extraídos del lejano oriente feudal— es el trabajo de Taduc el que, en última instancia, salva en parte la irregular y atonal lectura que es esta primera entrega de ‘Garra blanca’. Irregular por cuanto los parámetros básicos que deberían regir esta incursión en un universo completamente nuevo no se encuentran (casi) por ninguna parte, exponiendo Le Tendre la acción a empellones y con saltos desnaturalizados de una a otra localización y presentando a los personajes que conforman el núcleo de la historia en formas que tan ramplonas que resulta complicado tomarles aprecio o empatizar con ellos. Atonal por que, de nuevo, Le Tendre insiste en introducir aquí un humor parecido al que le leyéramos en ‘La búsqueda…’ y vuelve a comprobarse que el maridaje de dicha vertiente con la carga más «dramática» de la lectura es cuanto menos improbable.
Con ‘Lanfeust de Troy’ como el más claro ejemplo de lo bien que puede llegar a funcionar la introducción del humor en un relato fantástico, si ‘Garra Blanca’ termina medio convenciendo al lector es por mor del espléndido trabajo que realiza Taduc en unas planchas que son —o al menos a servidor se lo parecen— claras deudoras de los primeros pasos que Enrico Marini diera en sus más tempranas incursiones en el mundo del cómic: ya estemos hablando de ‘Olivier Varese’ o ya lo hagamos de ‘Gipsy’, un rápido vistazo a las viñetas de este álbum retrotraen inmediatamente a las páginas del italiano, una cualidad que, usada como telón de fondo, se une tanto al buen trabajo de ambientación desarrollado por el galo de origen vietnamita como a la claridad de su narrativa para aliviar el desigual regusto que dimana de lo que al guionista corresponde pero que, puestos a ser honestos, no servirá de justificación suficiente para ulteriores inversiones de tiempo en la saga que aquí comienza.
Garra Blanca 1. El huevo del dragón rey
- Autores: Serge Le Tendre y Olivier Taduc
- Editorial: Norma
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 48 páginas
- Precio: 14,25 euros en