‘GALJ Mark Waid La Liga de la Justicia: Año Uno’, primeros pasos hacia algo grande

No podría asegurarlo, pero hasta donde llega mi memoria, este experimento de “Año Uno” apareció por primera vez en DC Comics, unas historias que relataban los primeros días de algunos de sus personajes más carismáticos. Frank Miller ya lo puso en práctica con Batman creando una obra maestra sin precedentes, una suerte de reinicio donde se contaba esa primera aventura, qué ocurre con el héroe una vez que ha obtenido sus poderes o se ha decidido a combatir el crimen. Una idea muy básica pero que funciona a las mil maravillas, incluso para formaciones más numerosas como es La Liga de la Justicia.

Claro ejemplo de esto lo podemos encontrar en el volumen que hoy nos ocupa, ‘Grandes Autores de Liga de la Justicia Mark Waid: Liga de la Justicia Año Uno’, una historia dividida en doce partes que vio la luz allá por el año 1998 y que nos narra la formación y primeras andanzas del grupo más conocido de la editorial, un origen que se vería trastocado por las Crisis previas, el evento de todos los eventos que vendría a poner algo de orden entre todos los personajes del multiverso. Con muy buen tino se eligió a un guionista como Mark Waid (ayudado por Bryan Augustyn) para escribir este nuevo origen, algo que se nota en el regusto clásico del relato.

Incluso siendo una formación tan conocida como es la Liga, hay sitio para las sorpresas, al menos lo había en aquel momento. Pues la primera de ellas viene con la formación elegida para la maxiserie, unos personajes conocidos pero entre los que no encontraremos a la trinidad más famosa del comic. Ni Batman, ni Superman ni Wonder Woman, no. Los agraciados son otros como Flash, Green Lantern, Canario Negro, Aquaman y el Detective Marciano. Una alineación de altos vuelos que, casi sin darse cuenta, se ven luchando codo con codo contra unos alienígenas que llegan a la Tierra para decidir quién será su líder.

Claro, una experiencia como esta es más que suficiente para darse cuenta que deben formar un grupo y luchar todos juntos contra cualquier amenaza que llegue para perturbar la paz de nuestro planeta. Al principio surgirán todo tipo de recelos y discrepancias pero, poco a poco, irán limando asperezas hasta llegar a convertirse en el gran grupo que es hoy en día. El gran acierto de Waid a la hora de escribir el relato reside en combinar a la perfección, el clasicismo que requiere un evento como este, con grandes dosis de humor, creando situaciones que recuerdan poderosamente a la maravillosa Liga de Giffen y Dematteis. Para terminar de redondear la obra, Barry Kitson, dibujante de corte académico y de gran corrección narrativa, se encarga de ilustrar un episodio necesario en la historia de La Liga de la Justicia que sirve como inmejorable introducción para los recién llegados y, para los veteranos, como recordatorio de lo grande que son estos personajes.
[Grade — 8.00]