‘GADLLJ Geoff Johns: El Día del Juicio’, el truco está en el apellido

Decir a estas alturas de la película que el nombre de Geoff Johns impreso en una portada vende es algo completamente innecesario, eso lo sabe todo aficionado que se precie. También lo saben las cabezas pensantes de las editoriales, en concreto ECC Ediciones, y por eso intentan rescatar obras de hace años que tengan algo de interés para el respetable. El volumen que hoy nos toca reseñar es un claro ejemplo de todo esto ya que nadie o, al menos, muy pocos recordarán este ‘Grandes Autores de La Liga de la Justicia: El Día del Juicio’.

Corría el año 1999 y un joven veinteañero que empezaba en esto de los tebeos se ponía al frente del evento de turno. Efectivamente, el joven al que nos referimos es el buenazo de Johns y el futuro que tenía por delante era aún de los de aúpa. Con tan solo unos números de Stars and STRIPE en su haber, en el guión de esta historia ya se podía apreciar algunos de los elementos que iría depurando con el paso de los años hasta convertirse en uno de los mejores guionistas del medio y en uno de los jefazos de DC, incluso en la parte cinematográfica. Casi nada.

La acción se sitúa justamente tras lo narrado por Grant Morrison en su sobresaliente etapa, momento en el que Johns nos trae de vuelta a Asmodel que se encuentra prisionero en el infierno. Este cautiverio no va a durar mucho tiempo puesto que consigue escapar con la ayuda de un antiguo conocido, Etrigan. Por una serie de circunstancias terminará fusionado con El Espectro, hecho que desencadenará una ola de destrucción en Nueva York. Es aquí donde entra en escena un curioso grupo de héroes, todos ellos relacionados con la parte mágica de DC, que intentarán frenar todo el infierno que se ha desencadenado.

La historia entretiene lo suyo pero hay que advertir que no es el Johns de hoy en día, aun quedan muchas cosas por pulir. Bien es cierto que podemos encontrar su sello tan característico aunque hay algunos aspectos que son mejorables. La parte gráfica recae sobre Matt Smith, un autor de trazo limpio y línea angulosa que, por la anatomía de sus personajes, puede llegar a recordar a Mike Mignola. Un volumen que dista de ser imprescindible pero que asegura un rato de lectura entretenida con la DC de antes, algo que siempre es de agradecer.
[Grade — 7.00]