‘From Black to White’, la historia adecuada en el momento idóneo

La publicación por parte de Planeta Cómic de este ‘From Black to White‘ no podría haber llegado en un momento más oportuno: con los ecos de la furia que se desataba en Estados Unidos a raíz de la muerte de George Floyd aún resonando, que la editorial nos haya hecho llegar este tebeo es una de esas coincidencias que sorprende porque, sabiendo que es una casualidad, parece que es un movimiento perfectamente orquestado. A fin de cuentas, aquello en torno a lo que versa el volumen firmado por Louis y Clément Baloup es a una denuncia total del racismo en Estados Unidos revisando para ello cinco décadas de historia del país con la figura de Michael Jackson como eje vertebrador. Pero el «rey del pop» no es el protagonista de ‘From Black to White’, ya que dicho papel queda asignado a un joven que queda maravillado por el prodigio de cinco años que era el pequeño de los ‘Jackson Five’ y que, desde ese descubrimiento, tratará de acercar su vida a la de tan controvertido ídolo.

Hilvanando perfectamente acontecimientos que, incluso, se atreven a mirar a unos pocos años antes de la primera aparición de Michael en televisión para contextualizar la historia —una contextualización que pasa por el asesinato de Martin Luther King y el magnicidio de Dallas—, el personaje inventado por Louis resulta tan cercano, tan bien descrito y tan tridimensional que uno no puede desprenderse de la extraña sensación de que, más que un vehículo de ficción, a lo que nos estamos asomando es a un relato de corte biográfico: a través de Curtis, el guionista va apuntalando diversos hitos de la cultura negra estadounidense, haciéndolo figura prominente en el mundo del baile, valedor fundamental en el surgimiento del hip-hop e, incluso, protagonista, si bien secundario, de la legendaria ‘Fama‘.

En todo ello hay un esfuerzo consciente por parte de Louis de que su historia resulte trascendente y acarree ciertas tonalidades pedagógicas, alzándose en consecuencia ‘From Black to White’ como perfecto vehículo para aleccionar a cualquiera que se ponga por delante sobre la necesidad —la ya EXTREMA necesidad— de dejar atrás el tipo de discurso que ha incendiado las calles de muchas ciudades estadounidenses y ha generado una ola de indignación que, trascendiendo fronteras, ha tenido su eco a lo largo y ancho del mundo: que en pleno s.XXI tengamos que seguir atendiendo a tan ignominiosos comportamientos por parte de nuestros congéneres le lleva a uno a pensar si, en algún momento de nuestro futuro —y no digo ya cercano, sino futuro en general— la humanidad podrá por fin contemplarse a sí misma como un todo único que aprecie su diversidad de cultura, raza y sexo como una virtud y no como el trampolín para continuar oprimiendo a unos y valorando a otros. Bien es cierto que dicho discurso podría haber encontrado aquí, en las páginas de este volumen, un mejor valedor gráfico que Baloup, pero es tanta la fuerza del guión que pasaremos por alto las carencias de su dibujante para recomendar encarecidamente la lectura de este espléndido álbum.