‘El Vigía. Hombre de dos mundos’ , ¡¡más Lemire!!

De un tiempo a esta parte, no hacemos más que hablar de Jeff Lemire. Vamos, que no exagero, que sólo en el último año le hemos dedicado al guionista y dibujante ocho entradas repartidas entre su ‘Un tipo duro’; las tres que hemos destinado a revisar ‘Black Hammer’; aquellas dos que ponían fin a su maravillosa ‘Descender’; el rescate que ECC hizo de la ‘Liga de la justicia oscura’ de las Nuevas 52 y, por supuesto, hace pocas semanas, el ‘Gideon Falls’ que se alzaba el pasado 2018 con el merecido reconocimiento por nuestra parte como el mejor cómic que nos había llegado del otro lado del Atlántico. Y ahora, poniendo su talento al servicio de otra editorial más —en todo lo anterior encontramos a Dark Horse, DC, la independiente Gallery 13 e Image — Lemire recoge el testigo cedido por Paul Jenkins y Brian Michael Bendis y nos regala una miniserie de cinco números que, intensa y espectacular, sabe a muy poco.

El planteamiento de Lemire no dista mucho del que Jenkins hiciera en su momento en aquella cabecera que sirviera de introducción al personaje a mediados del 2000, y el guionista recurre de nuevo a un héroe olvidado por casi todos que, cocinero en un restaurante mugriento de Nueva York, sólo puede ser el Vigía unas pocas horas al día en un mundo de bolsillo construido a su medida por Tony Stark y el Doctor Extraño, un mundo en el que puede dar rienda suelta a su inmenso poder y que, accesible mediante un curioso aparato, se verá comprometido cuando dicho aparato sea robado y la siempre presente amenaza del Vacío, la némesis por antonomasia del superhéroe, comience a tomar forma de nuevo.

Moviéndose durante su desarrollo entre el mundo real y ese micro-universo alternativo en el que Bob Reynolds es Vigía, las 112 páginas que conforman ‘El Vígía. Hombre de dos mundos’ no dan respiro al lector, y son una auténtica escalada que, como ya dije en su momento en la reseña que le dedicamos al volumen del trabajo de Jenkins y Lee, sitúa a este proyecto entre lo mejor que vimos de la Casa de las Ideas el pasado año. Una posición a la que no es ajena el magnífico y expresivo trabajo que hacen Kim Jacinto y Joshua Cassara a los lápices y que, esperamos, pueda ser refrendada en un futuro no muy lejano por esa continuación que la miniserie está pidiendo a gritos tras su muy abierto final. Hasta entonces…‘nuff said!!!!!