Mi familia lo sufre. Mis alumnos lo sufren. Mis amigos lo sufren. He de reconocerlo: soy un talibán de la ortografía y la gramática. Sobre todo en lo que a la comunicación por el teléfono móvil se refiere, y nunca escatimo en corregir errores de bulto en WhatsApp o Telegram a aquellos interlocutores cuyas faltas van mucho más allá de las contracciones tan habituales en los citados canales de comunicación escrita. De hecho, por esta peculiar manía mía de querer cuidar el castellano algún seriófilo de pro ha llegado a tildarme de «Ted Mosby» por aquello de que el personaje central de ‘Cómo conocía a vuestra madre‘ era tan irritante como servidor y, además, arquitecto como también lo fui yo durante un tiempo antes de dedicarme con todo mi ser a la docencia.
Es por ello que en este Profesor Don Pardino he ido a encontrar un alma afín, alguien que, como yo, entiende que no se deben admitir ciertas tropelías contra una lengua tan rica como la nuestra ni se deben asumir justificaciones que integren en ella con descaro neologismos que no hacen sino sustituir porque sí a términos que ya existían en el diccionario de la Real Academia Española. De hecho, y aunque ahora pasemos a discernir si sus logros superan a sus honrosas intenciones, que alguien se proponga materializar ideas gramaticales y ortográficas en arte secuencial para aleccionar a las generaciones que nos pisan los talones acerca de la necesidad de mimar nuestro idioma, es un gesto que ya por sí sólo valida sobremanera el volumen que publica Random House a través de su sello Plan B.
Harina de otro costal es que la concreción de dicho esfuerzo se haga a través de unas páginas que recuerdan demasiado a Ibáñez y su alocado cosmos, no ya porque el trazo de Don Pardino —sí, el autor usa como alias el nombre de su personaje— se parezca considerablemente al del autor de ‘Mortadelo y Filemón‘, sino porque todo el tono del volumen comparte el surrealismo del ideario tebeístico del catalán, llegando incluso a apropiarse de ideas tan recurrentes en las aventuras de los ineptos héroes de la T.I.A como los disfraces del calvorota narizón de Mortadelo. Pero toda similitud con las páginas del maestro no empañan —al menos no tanto como para ahogarla— la loable voluntad de Don Pardino de aleccionar sobre tan urgente mensaje: cuidemos nuestra lengua, es la única que tenemos y merece todos los mimos que queramos dedicarle.
El profesor Don Pardino contra los Titis
- Autores: Don Pardino
- Editorial: Plan B
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 120 páginas
- Precio: 17 euros en