‘El Integral de lo Aún Más Nuevo de Tank Girl’, desparrame punkapocalíptico

Vaya manera de ponerse las pilas recuperando material de un personaje que en nuestro país no es que se pueda considerar “súper-ventas”. Vale, cuenta con todo ese misterio y misticismo que envuelven a muchos tebeos por la sencilla razón de no haber tenido una vida de publicación ni medianamente normal. Es el caso de Tank Girl, creación de culto a la que, en treinta años, le hemos podido leer cuatro grapas mal contadas (la serie original y una miniserie que apareció en el sello Vertigo a cargo de Peter Milligan). Pero nadie se esperaba la irrupción de Norma en ese yermo prado de punk apocalíptico y gamberreo mayúsculo, un golpe de autoridad y confianza encima de la mesa cuyas consecuencias han sido varios integrales en los que se recupera una ingente cantidad de aventuras marca de la casa. La referencia más reciente es este ‘El Integral de lo Aún Más Nuevo de Tank Girl’, tercera entrega que ve la luz y que le otorga una continuidad bastante importante, haciéndonos pensar que, a este ritmo, vamos a tener toda su trayectoria editorial recopilada en lujosos volúmenes.

Tiene gracia que, a pesar del título que adorna la portada de este tomo, los comics que nos vamos a encontrar en su interior vieron la luz entre los años 2008 y 2012. Sí, es “aún más nuevo” que lo anterior pero todavía dista de ser lo más reciente. Tampoco nos vamos a poner demasiado tiquismiquis ya que las cuatro miniseries (de cuatro números cada una) son lo suficientemente divertidas e interesantes como para poder disfrutarlas de principio a fin aunque tengan más de diez años. Si hasta nos vamos a encontrar con un equipo creativo fijo, su creador Alan Martin y el dibujante Rufus Dayglo, algo que siempre se agradece e imprime cierta homogeneidad al resultado final. “Visiones de Booga”, “Derrape”, “La Fuga Real” y “Soplan Malos Tiempos”, cuatro ejemplos, cuatro muestras de lo que es el mundo Tank Girl, una seña de identidad que ha ido ganando el título con el paso de los años y el aporte de todos los guionistas y dibujantes que han dejado su impronta en el personaje.

Relatos que son, en su mayoría, una gamberrada bastante macarra y llena de mala baba. Por ejemplo, El Libro del Oro Hipster, un tomo que altera la realidad convirtiendo a todo el mundo en hippies pacifistas de una blandeza insultante. Algo que es simplemente una excusa para atacar aquella fascinación por todo lo místico, lo oriental y el plano tántrico; zarandajas las justas. ¿Y qué me dicen del homenaje que se marcan a todas aquellas películas en las que la acción y las carreras automovilísticas se mezclaban para disfrute de los espectadores? “Los Locos de Cannonball” o “La Carrera de la Muerte” son solo algunos de los títulos que tendrán sus quince viñetas de fama en la segunda miniserie. Pero no se crean que los guiones de Martin se olvidan de lo que ha hecho grande a nuestra antiheroína favorita: violencia sin sentido, sexo sin tapujos, uso indiscriminado de sustancias estupefacientes para actividades recreativas…¿he mencionado ya la violencia? No hay otra, cuando se trata de Tank Girl, el reparto de mamporros y otros actos violentos se convierten en un elemento poco menos que imprescindible. El estilo de Dayglo puede llegar a recordar al que usara en su momento Jaime Hewlett ya que era uno de los animadores que se encargaron de dar vida a las correrías del grupo musical (virtual) Gorillaz. ¿Qué más podemos añadir? Pues podríamos decir que nos hemos llevado una grata sorpresa al ver impreso en la sobrecubierta del libro el siguiente mensaje: “Próximamente: El Integral de lo Supernuevo de Tank Girl”. Sobran las palabras.

[Grade — 8.00]