Allá por junio de 2013, con Fancueva dando sus primeros pasos de vida, apareció por este espacio ‘Drama en el portal’, un volumen con el que ¡Caramba! publicaba en formato libro las “notas dejadas en portales y garajes por vecinos pasivoagresivos“ con las que El Hematocrítico, un coruñés con un sentido del humor descacharrante, lleva tiempo descubriéndonos a sus seguidores que el humor está, muchas veces, a la vuelta de la esquina en la forma más simple posible. Ya entonces hablábamos también de ‘El Hematocrítico del Arte’, otro pequeño tomo en el que la casa regentada por Manuel Bartual y Alba Diethelm recogían otro de los varios rincones que este prolífico y ecléctico «señor» utiliza como púlpito con la sana intención de hacernos reír, utilizando para ello obras de arte clásicas a las que busca un significado completamente nuevo.
Descontextualizándolas por completo con sus encabezados en español y aún más con los títulos supuestamente originales que aparecen en cursiva antes de los nombres de los artistas originales, nos podemos encontrar en las 96 páginas que conforman este ‘El Hematocrítico del ArTRES’ con un Rafael en el que un Santa Claus algo desmejorado es llevado a cuestas, un Botticelli en el que parece insinuarse algo más que la pasión materno filial , una representación de «cierta» figura bíblica en la que ésta se indigna a lo maruja por haber muerto o un costumbrista lienzo de un salón en el que un salido Steven Spielberg le mira el culo a la chacha. ¿Que de qué diantres estoy hablando? La respuesta es muy sencilla, de cómo darle la vuelta a lo que tenemos delante y hacer que la pieza de arte más inesperada reserve sonoras carcajadas demostrándonos que aquí el que realmente tiene «arte» —en esa acepción tan cañí del término— es, sin lugar a dudas, el Hematocrítico.
El Hematocrítico del ArTRES
- Autores: El Hematocrítico
- Editorial: ¡Caramba!
- Encuadernación: Rústica con solapas
- Páginas: 96 páginas
- Precio: 13,30 euros en