‘El fantasma de Anya’, un gran descubrimiento

Tener en el encabezado de una portada un elogio firmado por el mismísimo Neil Gaiman no es moco de pavo. Es más, tirando de nuevo del discurso de las expectativas con el que el otro día abría la reseña de ‘End. Elisabeth‘, puede llegar a ser contraproducente para la valoración de la obra el hecho de que un autor de probada solidez como es el responsable de ‘Sandman‘ avale con su nombre y tanta categoría un título. Pero no temáis, esta vez la estratagema publicitaria (hay que ser muy inocentes para pensar que se trata de otra cosa) se acerca bastante a la realidad y ‘El fantasma de Anya‘ se descubre como una de las lecturas más frescas y divertidas que nos ha traído el Salón del Cómic.

Animadora en cintas como ‘Coraline‘ (de ahí la conexión con Gaiman) o la espléndida ‘El alucinante mundo de Norman‘, Vera Brosgol no se aparta de la temática fantasmagórica que podemos apreciar en ambos filmes, trayéndonos aquí la historia de Anya, una adolescente de origen ruso que, al caer en un pozo, descubre un esqueleto humano al que está atado el fantasma de Emily, una chica que murió asesinada décadas antes.

Llevándose consigo un hueso del meñique de la difunta para seguir teniendo contacto con ella, la amistad que se establece entre ambas terminará comenzará jugando en favor de Anya, resultando Emily una gran ayuda tanto en los estudios como en su escasa vida social. Pero claro, tras tantos años encerrada en el pozo, Emily quiere más, y su ayuda terminará comportando un precio que Anya puede no estar dispuesta a pagar.

De narrativa fluida y muy cinematográfica (no podía ser de otra manera, claro está), el trazo de Brosgol añade a lo ya original del guión la componente necesaria para resultar tremendamente atractivo a la vista del lector que se acerque al volumen: con tonos bicolor, la fuerte expresividad que la autora rusa imprime a sus personajes resulta de lo más efectiva a la hora de empatizar con ellos, y el ritmo de la historia se beneficia sobremanera de la naturalidad con la que la artista caracteriza a todos y cada uno de los protagonistas de esta estupenda lectura que ha resultado ser ‘El fantasma de Anya’.