Ennis y Punisher. ENNIS y PUNISHER. ¡¡¡ENNIS y PUNISHER!!! Tuve que leerlo hasta tres veces cuando Marvel lo anunció para dar crédito a mis ojos: Garth Ennis volvía a la colección que llevó a lo más alto — y espero que, a estas alturas, y después de todo lo que llegué a decir de ella, hayáis hecho los deberes y tengáis en vuestras tebeotecas tan MAGNA y GLORIOSA etapa— y, aunque no era para reflotar de nuevo un personaje que vuelve a vivir horas bajas, que esta incursión tomara forma en una miniserie de seis números y que contara con Jacen Burrows, no sólo el artista que acompañó a Ennis en esa burrada llamada ‘Crossed‘ sino, probablemente, el mejor «clon» del desaparecido Steve Dillon que podemos encontrar hoy en día, hacían de ella un manjar tremendamente apetitoso que, no obstante, terminaba resultando muchísimo más suculento en la práctica que lo que nuestra más loca imaginación podía prever.
Y es que, como indica el titular de la reseña, Ennis y Burrows no se cortan ni un puñetero pelo a la hora de exponer la descarnada brutalidad que ya caracterizó a Frank Castle en la etapa que tuvo al irlandés como su máximo responsable, algo que el comienzo, con el protagonista delante de una pila de cadáveres ya deja bastante claro y que va adquiriendo matices cada vez más bestias conforme la madeja se va deshilvanando y conocemos de cerca a Valery Stepanovich, un antiguo agente ruso cuyas desconocidas motivaciones —al menos inicialmente, que todo será revelado en el transcurso de la historia— lo han llevado a Nueva York y a tener que vérselas, o no, con el vengador de la calavera en el pecho.
Ya el primer número, como digo, evidencia de manera bastante acusada que se trata, sin atisbo de duda, de un cómic escrito por Ennis, ya sea por la brutalidad con la que se despacha a cualquiera que ose levantar un arma contra el bueno de Frank, ya por esos diálogos marca de la casa que nunca dejarán de cansar a los que seguimos pensando, veinte años después, que ‘Predicador‘ es, con permiso de ‘Sandman‘, la mejor serie que vio la luz bajo el extinto sello Vertigo, ya por la manera que, a partir de las semillas plantadas en ese ejemplar inicial, el escritor demuestra una vez más la singular voz que atesora para acercarse a cualquier cosa que huela a tebeo bélico. Dejando que Burrows se luzca a placer con vísceras, sangre y demás lindezas, la escalada de violencia que ‘Soviético’ va mostrando hasta llegar a un último número capaz de revolver las tripas hasta al más pintado, hace que añoremos, y mucho, a Ennis en las páginas de Punisher. Que sí, que estos seis números saben a gloria bendita pero, al mismo tiempo, se quedan muy cortos para los que necesitaríamos una ración mensual constante del desmedido talento del irlandés para plantear situaciones de esas en las que, a día de hoy, sigue sin tener igual. ‘Nuff said!!!!
El Castigador. Soviético
- Autores: Garth Ennis y Jacen Burrows
- Editorial: Panini
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 136 páginas
- Precio: 17,10 euros en