Lugar común del terror en todas sus acepciones y, aún más, de la cultura de nuestra especie desde que las religiones existen, los demonios han tomado toda clase de formas a lo largo de los siglos para servir de reflejo más o menos fidedigno de nuestra peor versión, aquella que se deja llevar por sentimientos que nos apartan de «la luz» y nos arrastran a las más oscuros y terribles antípodas de la bondad. Encarnados o desdibujados y sin forma; poseyendo a niñas inocentes y haciendo que sus cabezas giren; adquiriendo poderes a través de conjuros imposibles, convocados por malvados hechiceros que buscan someter a sus congéneres u obtener riquezas ilimitadas, un siempre huidizo éxito o la fuerza para sembrar el mal…sea como sea, las criaturas demoníacas son una constante que, por supuesto, ha tenido presencia en el mundo de la viñeta en tantas y tantas cabeceras que sería imposible dar cuenta de todas ellas. En el caso de ‘Demonios imaginarios‘ —título que no tiene la cualidad juguetona que sí poseía el original inglés ‘Imaginary fiends‘— lo que Tim Seely nos propone, haciendo gala de una crueldad bastante explícita, entroncaría en una suerte de variación sobre la eterna lucha entre el bien y el mal, sólo que aquí el «bien» viene representado por un demonio que se alimenta del miedo de sus huéspedes y el mal en la forma de un antiguo amor de la primera que, traicionado por ella, busca venganza desde hace eones.
Usando ambos extremos a los humanos protagonistas como marionetas, la narración hilvanada de Seely establece un hilo argumental que huye, en la medida de lo posible, de tropos y lugares comunes, haciéndose sorprendentemente singular en tres terrenos: el de lo impredecible —si no fuera porque, llegando al final, sí que me resultó relativamente sencillo anticipar el golpe de efecto que precipita el clímax, toda la narración se las apaña para que no podamos anticiparnos a lo que sea que vaya a pasar; el de lo novedoso, siendo imposible equiparar lo que aquí leemos a cualquier otro tebeo que recordemos haber leído por más que haya algún instante en que nos venga al recuerdo algo similar a lo que estamos leyendo; y el de lo «malrollero»…lo MUY «malrollero» cabría precisar, con recursos que, dibujados con efectividad por Stephen Molnar, entroncan en esos instantes del cine de terror en los que no queremos mirar pero no podemos evitar tener los ojos abiertos como platos. Despunta ‘Demonios imaginarios’ pues como una sorpresa considerable que deja un buen regusto…uno que, sinceramente, no nos esperábamos.
Demonios imaginarios
- Autores: Tim Seely y Stephen Molnar
- Editorial: ECC Ediciones
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 144 páginas
- Precio: 18,95 euros