Por más que en los últimos tiempos se hayan visto algo intensificados, mis contactos con el manga (como ya creo haber dicho en alguna ocasión) se limitan a un pequeño grupo de autores formado por Hino, Mizuki, Otomo, Taniguchi, Tezuka, Toriyama y Urasawa. El tener fijada mi atención en aquello que se va publicando de estos mangakas hace que, en ocasiones (y sólo en ocasiones), pase por alto títulos que crearon, y siguen creando, gran revuelo en el fandom. ‘Death note‘ es, probablemente, el más llamativo de estos casos: no me acerqué a la edición de Glénat en su momento por aquello de que cuando supe de ella la serie ya había terminado, y uno es muy fatiga y es más que probable que hubiera acometido la compra completa de una sola vez.
Así que cuando Norma anunció para el pasado Salón del Cómic la edición en formato kanzenban del manga de Ohba y Obata, aprovechando la pérdida de los derechos del mismo por parte de EDT, ni me lo pensé a la hora de incluirlo en mi personal lista de los imprescindibles del evento comiquero. Una decisión sabia a la luz de lo que la lectura de este primer volumen ha sido capaz de ofrecer al que esto suscribe.
Con una trama perfectamente hilada que, tras un arranque algo titubeante y precipitado, atrapa al lector en una espiral cada vez más intrincada, esta historia sobre un brillante estudiante llamado Light Yagami que encuentra un cuaderno capaz de matar a cualquiera cuyo nombre esté escrito en él mezcla sin pudor los fantásticos elementos de su premisa de partida con una acusadísima vertiente detectivesca que es la que, a la postre, mejor termina definiéndola (al menos en lo que a este primer volumen respecta), siguiendo el lector con sumo interés las pesquisas de la policía japonesa y de ese enigmático personaje llamado L por dar con aquél que está asesinando a placer sin aparentes opciones de ser atrapado.
El dibujo de Obata sirve al relato de Ohba de forma precisa, y tanto su trazo, que caracteriza a los personajes sin equívocos, como su narrativa, clara y sin resquicios para la confusión que tanto abunda en muchísimos títulos llegados del país del sol naciente, engrandecen aún más la impresión que uno se lleva al cerrar este primer volumen. Deseando estoy ya que el segundo caiga en mis manos.
Death note black edition vol.1
- Autores: Tsugumi Ohba y Takeshi Obata
- Editorial: Norma
- Encuadernación: Rústica con sobrecubierta
- Páginas: 384
- Precio: 14,95 euros
Hace poco vi la serie de TV y me decepcionó un poco. Me la habían vendido casi como la mejor serie manga de la historia. No está mal. Es muy muy muy emocionante, pero L parece más bien la bruja Lola, en vez de un detective. Nunca se equivoca, y parece un adivino, acertando incluso cuando faltan la gran mayoría de los datos.
No sé si los comics son iguales o la historia está mejor llevada.
Pues en el comic es más o menos igual, L es de una capacidad deductiva acojonante que deja muy atrás a la policía y cualquier servicio de inteligencia que se le ponga por delante. Ahora bien, no me ha parecido que chirríe como sí dices que pasa en el anime (que no he visto, dicho sea de paso).
‘Death Note’ es una joya hasta la mitad de la colección, más o menos. Después comienza a repetirse y pierde bastante intensidad. Pese a todo, es un clásico reciente y con razón.
Después de lo que pasa por ahí con L la serie se muere lentamente 😛
A mi la primera parte de la saga me parece genial para luego decaer hasta llegar a ciertos momentos sonrojantes.
Yo siempre he leído eso de que las deducciones o situaciones son forzadas,pero aceptando las premisas fantásticas no me parece que ninguna deducción o «ejecución de plan» sea exagerada o absurda,hay siempre una base para ello,cosa que incluso se pasan un poco en explicar.
Como dicen por ahí arriba, la primera parte genial, cuando pasa lo que pasa… baja muchos enteros.