En los últimos meses he tenido varias oportunidades para, intercambiando impresiones comiqueras con varios amigos/conocidos, departir con ellos a placer sobre ese género tan adorado por servidor que es el western. Y aunque con la edad he ido cada vez más evitando sentencias taxativas de esas que, esgrimidas a tiempo, dirimen cualquier diálogo en favor del lector con más experiencia de la reunión, en lo referente a las historias de «cowboys» tengo bastante claro que, una vez leído el techo de lo que el género ha llegado a dar de sí en la página impresa, cualquier nueva incursión en el mismo, por más que venga arropada de artistas del calado que se quiera, incurre en la comparación directa y en la conclusión habitual de «sí, está bien, pero donde se ponga ‘Blueberry‘…». Tan contundente afirmación no deja espacio a que se terminen colando muchos westerns en las estanterías de mi tebeoteca, así que podréis imaginar la sorpresa al haber encontrado en el tercer volumen de ‘Deadwood Dick‘ no sólo un tebeo sobresaliente y una de las mejores lecturas de lo que llevamos de año, sino un western ejemplar condensado en 200 páginas que le habla de tú a tú al legendario título de Charlier y Giraud.
Basado tanto en el personaje de Joe R. Lansdale como en la real segunda batalla de Adobe Walls, un polvoriento y sucio pueblucho fronterizo de Texas —entendiendo dicha frontera como la línea imaginaria que separaba los territorios propiedad de Estados Unidos de aquellos que todavía conservaban los nativos americanos— en el que 28 cazadores de bisontes se vieron asediados por multitudinarias tropas de nativos cheyenne, comanches, arapahoes y kiowas; ‘Black Hat Jack‘ es todo un dechado de virtudes de la primera a la última plancha. Unas virtudes que comienzan, sin duda alguna con el portentoso trazo de Stefano Andreucci y que quedan complementadas de una forma brillantísima por las maneras en las que Mauro Boselli sabe aprovechar los resquicios de tan trillado esquema argumental —cuántos westerns de cine se han basado en un ataque «indio» a un reducido grupo de hombres…vamos, elevo incluso la pregunta a mayores, ¿cuántas cintas han bebido de esos westerns y han trasladado ese esquema a otros géneros?—-
En lo que al dibujante respecta, mucho de lo que cabría decir acerca de su labor en ‘Black Hat Jack’ pasaría por reiterar algo que ya afirmamos con respecto a Pasquale Frisenda cuando hablábamos, allá por octubre, del segundo volumen de la colección:
Y es que el estilo de Pasquale Frisenda —que, salvando las distancias, me recuerda algo al del ENORME José Ortiz, sobre todo para las páginas de ‘Tex‘ o de los dos legendarios álbumes de ‘Grandes mitos del Oeste’ publicados por Toutain—, vivaz, enérgico y detallado, grande en las caracterizaciones y aún más en la expresividad de sus personajes, logra confabularse a las mil maravillas con el guión para agarrar al lector por las tripas…
‘Deadwood Dick 2. Entre Texas y el infierno’, sin concesiones
De similares cualidades pues, resulta mucho más encomiable si cabe lo que Andreucci concreta aquí por contar con una sensibilidad especial para insuflar de vida a sus personajes y porque, en términos de narrativa, lo que el artista italiano es capaz de ofrecer raya a unas cotas altísimas.
A eso hay que unir, como digo, un guión que, abundando con similar intensidad en la descripción de todos y cada uno de los personajes, y haciendo de ellos caracteres tridimensionales capaces de salvar las abultadas distancias que de ellos nos separan para que no haya dificultad alguna en generar empatía, juega sus mejores bazas en el ritmo imparable de los dos primeros tercios de la historia para, pausándose en el cierre de la misma, dejarnos un dulcísimo sabor amargo que recuerda al que cabe ser encontrado en los mejores ejemplos del género de manos de titanes como John Ford, Howard Hawks o Sergio Leone. Que Boselli consiga todo eso en 200 páginas y que lo haga alzándose sobre los ya soberbios hombros de sus dos predecesores es un hito; que encima superponga a dicho logro el configurar una lectura de las que guardarnos para nuestra selección de lo mejor de 2020, deja claro, al menos a nuestros ojos, lo que cualquier aficionado a este mundillo debería hacer a la voz de ya.
Deadwood Dick. Black Hat Jack
- Autores: Stefano Andreucci, Mauro Boselli
- Editorial: Panini
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 200 páginas
- Precio: 22 euros