El giro que Charles Soule imprimió a Daredevil nada más desembarcar en la colección, ese del que ya hemos hablado en un par de ocasiones —os lo pongo fácil, aquí y aquí— y que hemos definido como un decidido regreso al lado más oscuro del héroe de Hell’s Kitchen, traía consigo algo más que un simple cambio de tonalidad con respecto a la luminosa etapa que Mark Waid, Chris Samnee, Paolo Rivera y otros artistas nos habían regalado a los lectores del «cuernecitos». Y ese algo más era el que, más allá del cambio de luz a sombra, suponía un decidido puñetazo en la mesa del guionista en relación a lo que había llevado a cabo su predecesor: éste, que había revelado la identidad del héroe ciego a todo el mundo, y desencadenado un tumultuoso universo de mil consecuencias, cedía el testigo a un Soule que resolvía alterar dicha decisión, devolviendo al más absoluto anonimato al alter ego de Matt Murdock.
De dicha decisión, que se dejaba sentir desde la primera página de la llegada del escritor de ‘La carta 44’ a la serie, se derivaba una obvia pregunta que, hasta ahora, no había encontrado respuesta, dedicándose el guionista a introducir a la nueva galería de personajes que con el compañero ciego del héroe y ese villano llamado Musa a la cabeza —un villano que dará mucho que hablar cuando la numeración de Panini alcance el volumen 14—. La citada pregunta era, no cabe duda, qué diantres había sucedido para que «todo el mundo» hubiera olvidado quién era Daredevil. ¿Quién era lo suficientemente poderoso para conseguir tal logro? ¿Era una estratagema de algún héroe amigo o de algún villano con un pérfido plan entre manos?
Con autoridad de genio, Soule responde a esas y otras cuestiones en las páginas de este duodécimo volumen del Marvel 100% dedicado al Hombre Sin Miedo, devolviendo a la vida de Matt al temible Hombre Púrpura —un personaje de rabiosa actualidad por su protagonismo fundamental en la vida de Jessica Jones—. Sin poder revelar nada acerca de las intenciones de tan poderoso personaje, ni cómo su aparición es engranaje fundamental en que, de repente, nadie se acuerde de la auténtica identidad de Daredevil; hay que descubrirse ante el talento de Soule para plantear una historia perfectamente coherente, no ya con sus propios planteamientos, sino con lo que vino antes de él, cosiendo tan diferentes mundos con las páginas que ilustran con fantástica energía Goran Sudzuka y Ron Garney, y planteando, de mano de las viñetas que dan cierre a la lectura, el sorprendente arco argumental que, bajo el título de ‘Supremo’, servirá para atender a la cara menos «superheroica» de este, uno de los mejores tebeos de la Marvel actual.
Daredevil 12. Identidad
- Autores: Charles Soule, Ron Garney, Goran Sudzuka et al.
- Editorial: Panini
- Encuadernación: Rústica con solapas
- Páginas: 148 páginas
- Precio: 12,35 euros en