Aparecido en el transcurso del pasado mes de noviembre cuando la muerte de Fidel Castro y el anuncio del fin del bloqueo de Estados Unidos a Cuba eran hechos inminentes, mucha fue la coincidencia que quiso que Astiberri publicara este ‘Crónicas de la Habana’, un relato de corte autobiográfico en el que Mauricio Vicent, el que fuera corresponsal de El País en la isla durante veinte años, nos traslada de la mano del dibujo de Juan Padrón sus vivencias en la capital cubana durante los siete años que transcurrieron desde que desembarcó en La Habana hasta que, en 1991, decidió imprimir un giro a su trayectoria profesional y convertirse en periodista. En el ínterin, a lo que nos acerca este simpatiquísimo volumen de forma bastante íntima es a conocer de primera mano la realidad de cómo se vivía bajo la alargada sombra del régimen castrista y de la curiosa forma en la que éste aplicaba el comunismo.
Ideal que el siglo XX y la fuerte puja del capitalismo no tardaron en demoler, el sueño de Marx se vivía en Cuba mezclado, qué duda cabe, con la idiosincrasia latina, un cóctel que daba lugar a las más peregrinas situaciones y que, en manos de Vicent y Padrón encuentra instantes que, si bien son decididamente hilarantes, hablan de forma soterrada de la extrema miseria a la que se vió sometida el pueblo cubano en muchos aspectos debido a la explosiva combinación del régimen, el citado bloqueo por parte de los Estados Unidos y la acción directa del gobierno de la desaparecida U.R.S.S. Así a vuelapluma podría traer a colación los transportes urbanos —a cuya peculiaridad remite ya la portada del tomo—, los instantes de higiene personal de Vicent, las «curiosidades» del comercio en la isla o ese examen obligatorio de ruso al que cualquier universitario debía someterse.
Momentos todos que Juan Padrón enmarca con su estilo suelto y desenfadado, y ese trazo caricaturesco que viene como anillo al dedo a la narración que el guionista enhebra durante las más de 250 páginas —glosario de términos cubanos incluido— sobre las que se prolonga la historia. Puede que a alguno le «eche para atrás» lo «poco cuidado» del estilo del artista cubano, pero creedme cuando os digo que, más allá del hecho de que sea cubano y ello aporte una tremenda ironía al conjunto —atención a la radiografía que hace del típico conductor de «guagua»—, ‘Crónicas de la Habana’ no podía haber contado con mejor referente gráfico para llegar de forma directa al lector. Si a eso le añadimos el cariñoso gesto hacia mi muy admirado y querido Quino, sobran ulteriores disquisiciones acerca de por qué deberías acercaros a este espléndido tebeo.
Crónicas de la Habana
- Autores: Mauricio Vicent & Juan Padrón
- Editorial: Astiberri
- Encuadernación: Rústica
- Páginas: 264 páginas
- Precio: 17,10 euros en