'Coyote n.4', por ti, Lili y Marlene

A solo un volumen del desenlace la romántica historia de Lili, un licántropo cuyo auténtico origen hemos ido descubriendo en estos dos últimos volúmenes, y Marlene, un pianista heredero de un clan enemigo mortal de estos seres, que se ha ido calentando poco a poco. Alguno incluso diría que en más de un sentido, ya que este manga sigue siendo uno de los más tórridos que han asomado sus viñetas por nuestras librerías, a lo que sin duda contribuye la belleza de su dibujo y buen diseño de personajes (aún dentro de ese tópico no escrito del BL de ‘ chico rubio- chico moreno), pero la verdad que ‘Coyote‘ ha sabido evolucionar desde el «aquí te pillo, aquí te mato» con aroma a fanfiction a una historia más profunda que consigue ir conquistando al lector.

‘Coyote’, que además nos regala en este cuarto volumen unas primeras páginas a color que siempre se agradecen, se ha ido tornando poco a poco en una trama más oscura. Mostrando que hasta los daños colaterales se pueden cebar en más de un secundario carismático (de ambas facciones, aunque quizás sean los más destacables los amigos de Coyote, que además constituyen una importante puerta a conocer una serie de secretos del personaje que van a ir desvelando su importancia poco a poco), sus protagonistas han ido revelando a lo largo de sus tomos tener tanta química juntos como entidad por separado. Algo que queda patente especialmente en un tomo en el que, ante el encierro forzoso de Marlene (algo a lo que parecen encontrar una solución aunque sea temporal…no revelaré aquí como), ambos personajes se ven forzados a luchar por sus sentimientos cada uno por su lado, profundizando notablemente en sus motivaciones y logrando que este manga pruebe que lo relevante es el apartado emocional.

Una obra que además de su etiqueta de BL puede moverse con fluidez hacia el género negro, un cómic para adultos no solo por su componente erótico, sino por la madurez sentimental que presenta. ‘Coyote’ es un manga al que uno se engancha poco a poco, con uñas y dientes. Y esas últimas páginas que nos abren la puerta a una cuenta atrás que puede cambiarlo todo, no sólo para su protagonista sino para sus respectivas especies, suponen el descenso a una madriguera de la que nos va a costar salir.