‘Convictos’, escalofriante retrato carcelario

Aunque de toda su filmografía siempre me quedaré, por filia personal con el género, con la magnificencia de ‘El planeta de los simios‘, eso no quita para que valore, y mucho, otros puntos cardinales de la trayectoria de Franklin J.Schaffner. En particular, al margen de la libre adaptación de la novela de Pierre Boullez, tres son las cintas del estadounidense que nunca me canso de ver cada vez que se da la ocasión: ‘El señor de la guerra‘ —maravillosa la partitura de Jerome Moross para esta cinta de ambientación medieval—, ‘Patton‘ —maravillosa la partitura de Jerry Goldsmith para el biopic sobre el general estadounidense— y, por supuesto, ‘Papillon‘ —maravillosa de nuevo la partitura de Jerry Goldsmith—, la traslación de las memorias de Henri Charrière, sin lugar a dudas uno de los presos más famosos de la historia, condenado por un crimen que no cometió a trabajos forzados en las colonias francesas de la Guayana.

Reforzada su intensidad con la evocadora música de fondo que el maestro Goldsmith compuso para las desventuras de Charrière protagonizadas por Steve McQueen y Dustin Hoffman en 1973, la lectura de ‘Convictos‘ es todo un ejercicio de constantes envites contra nuestro ánimo por parte de unos Pat Perna y Fabien Bedouel que nos trasladan a una historia similar a la de ‘Papillon’, la de Eugène Dieudonné, un anarquista francés preso de la Guayana que, injustamente encarcelado por un atraco que no cometió, trata de recobrar su libertad. Junto a él, los autores recogen la también historia real de Albert Londres, un periodista francés que, crítico con los abusos del colonialismo y las prisiones de trabajos forzados, se convertirá en máximo valedor de la causa de Dieudonné cuando pase con el unos días en el salvaje y despiadado entorno de la isla que le sirve como cárcel.

Mediante unas planchas expresivas a manos llenas reforzadas por la decisión de Ponent Mon de publicar el integral en un blanco y negro que, a nuestro parecer, sienta como anillo al dedo al tono descarnado y rudo de la narración,—arriba os hemos dejado una muestra de la misma plancha tal y como la ha publicado la editorial española y cómo aparecía en la edición francesa—, Perna logra trasladarnos sin equívocos a las húmedas y letales junglas y aguas en las que tiene lugar parte de la acción, jugando la lectura constantemente a llevarnos atrás en el tiempo para ir trazando el trasfondo de la historia de Dieudonné y de la banda Bonnot, un grupo de conocidos criminales que ejecutó el atrevido atraco en las calles de París en 1911 por el que el protagonista de esta historia sería posteriormente condenado.

Dando veraz voz tanto a la pareja protagonista como a todos los secundarios que aparecen en el transcurso de la historia —especialmente efectivo resulta, no cabe duda, el cruento director del penal francés con que primero trata Londres—, ‘Convictos’ es, lo decíamos más arriba, una lectura de tremenda intensidad que, en la perfecta sincronía entre textos de apoyo y viñetas, encuentra la manera de trasladarnos de manera indefectible a un tiempo y un espacio que sólo entendía de crueldad y supervivencia. Todo un descubrimiento que os recomendamos encarecidamente.